CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 16 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa afirmó que hoy es urgente ofrecer a las personas la alegría de vivir, en un discurso que pronunció en el acto en que le fue conferida la Ciudadanía honoraria de Introd, celebrado este miércoles en el Aulita del Aula Pablo VI.
En su discurso, expresó en primer lugar su “gran alegría” por recibir la ciudadanía honoraria del municipio del Valle de Aosta en la que ha pasado “inolvidables periodos de descanso, rodeado del espléndido panorama alpino, que favorece el encuentro con el Creador y restaura el espíritu”.
Consideró este gesto, aprobado por el ayuntamiento de Introd el pasado mes de julio, un “signo de afecto, de todos los Introleins y de los habitantes de todo el Valle de Aosta, que siempre me han reservado una acogida cálida y cordial y, al mismo tiempo, discreta y respetuosa con mi reposo”.
“Ahora puedo decir, con mayor derecho que soy de la casa en Introd, esa deliciosa localidad alpina, a la que me unen alegres y agradecidos recuerdos y un sentimiento de particular cercanía espiritual”, afirmó.
El Santo Padre destacó que la Iglesia que está en el Valle de Aosta “no se cansa de insertar la “noticia” siempre nueva de Jesús, Verbo de Dios, que se ha hecho hombre para ofrecer a las personas la alegría de vivir, ya en esta tierra, la emocionante experiencia de ser hijos amados de Dios”.
“Esa tarea aparece especialmente urgente en una sociedad que alimenta, sobre todo en las nuevas generaciones, ilusiones y falsas esperanzas, pero el Señor también llama hoy a transformarse en “familia” de los hijos de Dios, que viven con “un solo corazón y una sola alma” para testimoniar el amor a la vida y a los pobres”, añadió.
Finalmente, Benedicto XVI pidió que el Señor continúe protegiendo la región del Valle de Aosta y “la ayude a construir un futuro que, poniendo a Dios en primer lugar, será siempre más justo, solidario y lleno de esperanza”.
Una delegación de de Introd, en la que se encontraban el presidente de la región del Valle de Aosta, varios alcaldes y consejeros municipales y el párroco de Introd, se trasladó hasta el Vaticano para la entrega oficial del título honorífico.
El alcalde de Introd, Osvaldo Naudin, dirigió unas palabras al Papa y destacó que la presencia de Juan Pablo II y de Benedicto XVI en el Valle de Aosta han favorecido el crecimiento en la fe de esas poblaciones, ricas en tradiciones cristianas y en signos de vitalidad religiosa.
