Universitarios africanos reciben en Roma el icono mariano de los jóvenes

Durante las vísperas de Benedicto XVI con los universitarios en San Pedro

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CIUDAD DEL VATICANO, viernes 18 de diciembre (ZENIT.org) Un ambiente de oración, de búsqueda de sabiduría y un encuentro de diversas culturas fue el que se vivió este jueves en la Basílica de San Pedro durante las vísperas del Papa Benedicto XVI con los estudiantes universitarios de Roma.

En el marco de esta celebración, organizada anualmente por la oficina de Pastoral Universitaria del Vicariato de Roma antes de Navidad, fue entregado a una delegación de estudiantes africanos el icono de María conocido como «Sedes Sapientiae» (Trono de sabiduría).

Se trata de una imagen de la Virgen con el niño Jesús, cuyo autor es el artista y sacerdote Ivan Rupnik S.I., que muestra la expresión de la cercanía de María con los universitarios. La obra fue donada por Juan Pablo II en el año 2000 y recorre diferentes centros educativos alrededor del mundo por voluntad del Papa.

El tradicional encuentro de Benedicto XVI con los universitarios tuvo este año un carácter particular: por primera vez fue él mismo quien presidió la celebración de las vísperas (normalmente se celebra antes una eucaristía precedida por el cardenal Agostino Vallini, vicario de Roma, y el Papa llega al final para dirigir unas palabras).

María en Australia

Durante todo este año el icono «Sedes Sapientiae» estuvo recorriendo diferentes universidades de Australia. El Papa eligió este país luego de la Jornada Mundial de la Juventud realizada en Sydney en julio de 2008.

Dentro de los delegados que vinieron a Roma a entregar el icono estaba Daniel Hill, de la Universidad de Sydney, quien calificó la presencia del icono en su país como “una hermosa experiencia”, y contó que “la Virgen estuvo en 13 universidades alrededor del país”.

Daniel viajó con diez delegados más provenientes de diferentes diócesis australianas para entregar el icono a los africanos.

En diálogo con ZENIT Daniel comentó que con la presencia del icono, los jóvenes de los diferentes institutos se reunían en pequeños grupos para reflexionar sobre la presencia de María en la vida universitaria: “nos ayudó a entender que la universidad debe ser un foco que irradie la luz de Cristo a través del ejemplo de su Santa Madre”, dijo.

Por su parte, el seminarista australiano Nicholas Rynne se refirió al cambio que han tenido muchos jóvenes en su país en los últimos dos años: “como católicos es fácil sentirnos aislados, pero con el icono y con la Jornada Mundial de la Juventud hemos sentido una fuerte experiencia de comunión con la Iglesia”.

Tierras africanas

Por ser el 2009 un año clave para la evangelización en África (con la visita del Santo Padre a Camerún y a Angola y con el segundo Sínodo de Obispos de África), el icono Sedes Sapientiae recorrerá en el 2010 diferentes universidades de este continente.

Por ello, tanto el canto de entrada – donde decenas de universitarios ingresaron a la basílica con banderas de diferentes países africanos – como el de salida, fueron canciones marianas con melodías africanas.

Para el joven sacerdote nigeriano Paul Ubebe la presencia del icono “nos permite estar más cerca de la Iglesia como estudiantes universitarios. Así apreciamos más el papel de María en nuestra salvación”.

Por su parte, para la joven Reine Marie Miranda de Senegal, lo que más la conmovió de las vísperas fue la homilía de Benedicto XVI quien aseguró: “Sin la sabiduría de Dios nada se ha hecho de todo lo que existe: un profesor o un estudiante cristiano lee todo en su luz”.

Para Reine “ser humilde es ver el estudio con los ojos de los pequeños. Razonando como un niño se pueden hacer milagros porque para un niño no hay barreras”, dijo en diálogo con ZENIT, al finalizar las vísperas mientras llevaba consigo una gran bandera de su país.

La alegría de este encuentro fue tal que pese a las bajas temperaturas de inicios del invierno en Europa, cientos de estudiantes se reunieron de manera espontánea en la Plaza de San Pedro en torno al árbol y al pesebre, para cantar y celebrar.

“La sabiduría divina se ha encarnado en la gruta de Belén, lugar donde cada uno puede descubrir la verdad de Dios y la verdad del hombre”, dijo en su homilía el papa Benedicto XVI

Por Carmen Elena Villa

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ZENIT Staff

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