CIUDAD DEL VATICANO, domingo 20 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Si damos a Jesús nuestra disponibilidad y le abrimos nuestro corazón, Él no dejará de hacernos sentir Su presencia.
Lo recordó ayer sábado Benedicto XVI al recibir en audiencia a una representación de jóvenes de la Acción Católica Italiana (ACR) para la tradicional felicitación de Navidad, en el que expresó su personal aprecio por el particular compromiso que la asociación está poniendo en el tema “Estamos en onda”, para ponerse en comunicación con Jesús y con los demás.
“También vosotros sois pequeños como Zaqueo, que se subió a un árbol porque quería ver a Jesús, pero el Señor, alzando la mirada, se dio cuenta de él en seguida, en medio de la multitud”, explicó al Papa a los jóvenes, citando al personaje y la imagen bíblica como referencia del programa.
“Jesús os ve y os escucha aunque seáis pequeños, aunque a veces los adultos no os consideren como quisiérais”, añadió, subrayando que Cristo “no sólo os ve, sino que sintoniza vuestra onda, quiere detenerse donde vosotros, estar con vosotros, establecer con cada uno de vosotros una fuerte amistad”.
“Frente a Jesús, imitad siempre el ejemplo de Zaqueo, que bajó en seguida del árbol, lo acogió lleno de alegría en su casa y no ha dejado de hacerle una fiesta”, pidió el Papa. “Acogedlo en vuestra vida todos los días, entre juegos y tareas, en la oración, cuando pide vuestra amistad y vuestra generosidad, cuando sois felices y cuando tenéis miedo”.
“En Navidad, una vez más, el amigo JesÚs os sale al encuentro y os llama. Es el Hijo de Dios, es el Señor que veis cada día en las imágenes de las iglesias, en las calles, en las casas. Él os habla siempre del amor ‘más grande’, capaz de entregarse sin límites, de traer paz y perdón”.
Benedicto XVI recordó por tanto que sólo la presencia de Jesús en la vida “da la plena alegría”, porque “él es capaz de hacer siempre nueva y bella cada cosa”, y “no os olvida nunca”.
«Si le decís cada día que estáis en onda, esperaos seguramente que él os llame para enviaros un mensaje de amistad y afecto”, afirmó, explicando que este mensaje puede llegar en cualquier momento: “cuando participáis en la Santa Misa, cuando os dedicáis al estudio, a vuestros compromisos cotidianos y cuando sabéis cumplir gestos de participación, de solidaridad, de generosidad y de amor hacia los demás”.
Especialmente, el Papa les pidió que sean cercanos “a los chicos y chicas que sufren, especialmente a aquellos que vienen de países lejanos y que a menudo son abandonados, sin padres y sin amigos”.
Durante el encuentro estuvo presente una delegación de jóvenes de la Acción Católica de Belén, ciudad a la que se dedicará en enero el “mes de la paz”, a través de un proyecto de solidaridad con Tierra Santa, para reconstruir el Auditorio de la parroquia belenita.