ROMA, jueves 24 de diciembre 2009 (ZENIT.org).- La eventual beatificación de Pío XII es un “asunto interno en la Iglesia”, estiman el cardenal Kasper y el embajador de Israel ante la Santa Sede, mientras que en Roma se espera mucho de la visita del Papa a la gran sinagoga. Precisamente en esta perspectiva, el profesor Israël pone en guardia contra toda manipulación que busque la división entre judíos y católicos.
El cardenal Walter Kasper es, en cuanto presidente del Consejo Pontificio par la Promoción de la Unidad de los Cristianos, también presidente de la Comisión Pontificia para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo.
El embajador de Israel ante la Santa Sede, Mordechay Lewy, ha recordado que la primera visita de Benedicto XVI a la sinagoga de Roma está prevista para el 17 de enero de 2010, fecha dedicada a las relaciones con el judaísmo por la Conferencia Episcopal Italiana. “Será un acontecimiento histórico, espero que tenga lugar”, ha declarado el embajador que se dice “optimista”. Por lo que respecta a Pío XII, el embajador ha declarado: “Su beatificación es un hecho interno de la Iglesia”.
“Es verdad, es una cuestión interna de la Iglesia, para la que no es posible aceptar ingerencias”, ha comentado también el cardenal Kasper.
Y por lo que se refiere al juicio histórico, lamenta que no haya interés, especialmente en la comunidad judía, por los archivos de Eugenio Pacelli, “accesibles” hasta 1939 y “muy interesantes”.
Hay que recordar que Eugenio Pacelli, en cuando sustituto de la Secretaría de Estado bajo Pío XI y que conocía perfectamente el alemán, es uno de los principales artífices de la encíclica de Pío XI que condenó el nazismo en 1937: “Mit brennender sorge”.
Estos archivos contienen también las notas diarias de Eugenio Pacelli tras sus encuentros con Pío XI.
Por su parte, el profesor Giorgio Israël advertía en el diario italiano “Il Foglio” que Pío XII no debe ser utilizado para crear división entre judíos y cristianos. “Atengámonos a los hechos –pide el hombre de ciencia–. Aunque se quiera ir contra la evidencia, Ratzinger, en tanto que cardenal y ‘teórico’ del pontificado de Juan Pablo II, y luego en cuanto Papa, es un artífice del progreso de las relaciones judeocristianas, y subrayo la palabra ‘relación’ en lugar de ‘diálogo’. Quien quiera ir en esta dirección no debe dejar lugar a quien trabaja para dar marcha atrás”.
“Se deben poner en práctica todos los debates útiles para crear un contexto en el cual la cuestión de Pío XII no se convierta en el tema de la visita del Papa a la sinagoga –observa el profesor Israël–. Se debe hacer todo lo posible para no hacer saltar esta visita: sería el más bello regalo de quien prefiere cultivar la semilla de la discordia. Judíos y cristianos tienen demasiadas cosas en común e iniciativas por llevar a cabo: empezando por la de la libertad religiosa en todas las regiones del mundo”.
Por el decreto que reconoce las “virtudes heroicas” de Pío XII (1876-1958), el pasado 19 de diciembre, Benedicto XVI ha hecho avanzar un paso la causa de beatificación del papa Pacelli. Hay que recordar sin embargo que para que la causa tenga éxito haría falta un milagro que sea en principio sometido al examen riguroso de una comisión local, diocesana, allí donde se ha producido, luego de una comisión de la Congregación para las Causas de los Santos. Los resultados deberían luego ser presentados a Benedicto XVI.
Y si el milagro fuera al final reconocido por el Papa, se necesitaría una decisión ulterior para la beatificación, un vez reunidos los requisitos, nada es automático. El Papa es el único que decide soberanamente proceder o no a la beatificación y sopesa especialmente los beneficios pastorales de tal gesto.
La comunidad judía en su conjunto ha leído en la promulgación del decreto, entre otros 21, el sábado pasado, un juicio de BenedictoXVI sobre la historia de la segunda guerra mundial, dado que desde la publicación de la obra de Rolf Hochhuth, “El Vicario”, la figura de Pío XII es acusada de “silencio” durante la Shoah.
El vicariato de lengua hebrea de los católicos en Israel invitó este lunes a tener en cuenta el grito de dolor expresado en “no se hizo lo suficiente”, dirigido no sólo al Papa sino al mundo de la época de la Shoah.
Sin embargo, investigaciones históricas recientes (por ejemplo Pierre Blet y Philippe Chenaux) han lavado la memoria de Pío XII de las acusaciones de los años 60, confirmando el bien fundado elogio de la comunidad judía internacional a la muerte del papa Pacelli en 1958.
Por último, este lunes, la historiadora Anna Foa, invitaba a mantener la distinción entre “beatificación” y “juicio histórico”.
Por Anita S. Bourdin, traducido del francés por Nieves San Martín