ROMA, lunes 18 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Ayer 17 de enero se celebró en Italia la XXI Jornada de profundización del diálogo entre judíos y católicos, que este año llevaba por tema “Acuérdate del día del Sábado para santificarlo” (Ex 20,8), que representa el cuarto mandamiento (cuarta palabra)según la numeración judía.
Con motivo de la jornada se había preparado un Subsidio, firmado por monseñor Vincenzo Paglia, obispo de Terni-Narni-Amelia y presidente de la Comisión para el ecumenismo y el diálogo de la CEI, y por el rabino Giuseppe Laras, presidente del Tribunal Rabínico de Milán y del norte de Italia.
“El Sábado – se afirma en el Subsidio –, tiempo de descanso divino y de distensión, es así excelente para la socialidad en el sentido más amplio, porque permite abrir el oído y el corazón a esas voces de solidaridad hacia el prójimo, que a veces el ruido y el cansancio de la semana no permiten percibir”.
“El Sábado – se lee también – significa la presencia de Dios, su relación con el hombre, amorosa y misericordiosa, es por tanto un tiempo lleno de santidad, en el cual se vuelve a proponer la Alianza (Ex 31, 16) y el recuerdo de la redención pascual (Dt 5, 15)”.
“Por ello este día – afirma el documento – se llena de espera mesiánica y de esperanza de una plenitud futura, representada por la imagen del Sábado como reina y como esposa”.
La iniciativa de una Jornada dedicada de modo especial a la oración por el pueblo judío y al diálogo con los hijos de Israel maduró en la Iglesia a finales de los años 80, siguiendo la línea trazada por el documento conciliar Nostra Aetate, promulgado en 1965 por Pablo VI.
No fue sino hasta 1990 cuando la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) decidió dar vida a esta iniciativa coordinada con autoridades y personalidades del mundo judío, y extendida también a Europa tras el encuentro ecuménico de Graz (Austria) en 1998, que hace de preludio a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (18-25 de enero).
De esta forma la Iglesia católica pretende responder a una exigencia de mayor comprensión de sí misma a través del conocimiento de sus orígenes, y expresar un gesto de diálogo y de fraternidad hacia el pueblo judío.
Además de esto, desde hace algunos años se ha añadido, en el ámbito civil, la celebración de la “Jornada de la Memoria” de la Shoah, también fijada a finales de enero, lo que ha producido un ulterior enriquecimiento en las temáticas y en los encuentros, a ventaja recíproca de ambas Jornadas, aunque con connotaciones distintas.
Desde 2005, como tema general de la Jornada del 17 de enero, se había comenzado un programa de reflexión en diez años, para meditar sobre las “Diez Palabras” o Decálogo, reveladas a Moisés sobre el monte Sinaí y entregadas al hombre para su santificación y en el contexto de la Alianza de salvación.
Se quería acoger y desarrollar así la invitación lanzada por el Papa Benedicto XVI, durante su visita a la Sinagoga de Colonia del 19 de agosto de 2005.
El año pasado, la Asamblea rabínica italiana había decidido suspender la celebración de esta Jornada, que se ha retomado de nuevo este año, coincidiendo con la visita del papa Benedicto XVI a la Sinagoga de Roma, ayer domingo.
