CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 20 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Judíos y católicos tienen una respuesta común a la crisis ecológica que vive el planeta y la exponente en el comunicado publicado al final de la reunión de la la Comisión Bilateral de la Santa Sede y del Gran Rabinado de Israel, celebrada en Roma del 17 al 20 de enero.

"Hoy la humanidad afronta una crisis ambiental única, que es esencialmente consecuencia de un desordenado abuso material y tecnológico", explica el documento, tras este encuentro que había sido suspendido en los dos últimos años a causa de divergencias planteadas por los rabinos sobre la oración por los judíos del Viernes Santo y el caso Williamson. 

"Si bien esta crisis tiene que ser gestionada obviamente con los instrumentos tecnológicos y la autolimitación, la humildad y la disciplina, los participantes subrayaron la necesidad esencial para la sociedad de reconocer la dimensión trascendente de la Creación, que es importante para garantizar el desarrollo sostenible y el progreso de manera éticamente responsable", afirman judíos y católicos.

"No todo lo que es técnicamente posible es moralmente aceptable  --advierten--. Esta conciencia garantiza que todo aspecto del progreso humano promueve el bienestar de las generaciones futuras y santifica el Nombre Divino, y del mismo modo su ausencia lleva a consecuencias destructivas para la humanidad y para el ambiente y profana el Nombre Divino".

"La Tradición bíblica, que confiere una dignidad única a la persona humana, no debe ser entendida  como dominio, sino como respeto y solidaridad. Esto exige un sentido de 'ecología humana', en el que nuestra responsabilidad por el ecosistema esté ligada y refleje nuestros deberes recíprocos y, en particular, una generosidad especial con los pobres, las mujeres, los niños los extranjeros, los enfermos, los débiles, los necesitados". 

En el transcurso de la reunión, los participantes asistieron a la conmovedora conferencia del padre Patrick Desbois, en la Universidad Pontificia  Gregoriana, que ilustró la tarea de Yachad in Unum para localizar e impedir que se olviden los lugares no identificados de Europa en que tuvieron lugar asesinatos de masa durante la Shoá. 

La Comisión Bilateral ha instado a las respectivas comunidades religiosas a prestar ayuda y dar a conocer esta obra tan importante para aprender de las tragedias del pasado a proteger y respetar la santidad de la vida humana en todos los lugares, para que no se vuelvan a repetir atrocidades semejantes.

La delegación judía estaba presidida por el rabino jefe de Haifa, Shear Yashuv Coehn, mientras la católica estaba presidida por el cardenal argentino Jorge María Mejía. Los participantes en la reunión habían estado presentes el domingo precedente en la visita de Benedicto XVI a la gran sinagoga de Roma.

En ese histórico acontecimiento el Papa reafirmó categóricamente el compromiso de la Iglesia católica en el diálogo y la fraternidad con el Pueblo Judío, condenando además, de forma inequívoca, el antisemitismo y el anti-judaísmo. 

Asimismo, el gran rabino de Roma, Riccardo Di Segni, puso de relieve en esa ocasión la obligación de cristianos y judíos de cooperar para proteger el medio ambiente, siguiendo el mandato bíblico. 

[Puede leerse la declaración en la sección de documentos de la página web de ZENIT, www.zenit.org]

Llamamiento del CELAM a la solidaridad con Haití

BOGOTÁ, miércoles, 20 enero 2010 (ZENIT.org).- Ante la tragedia de Haití el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) ha hecho público un comunicado en el que hace un llamamiento a las conferencias episcopales del continente para que promuevan la solidaridad con el pueblo haitiano.

“Queremos, desde la realidad de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños –dice el comunicado–, siguiendo el llamado del Santo Padre Benedicto XVI, unirnos en oración por las víctimas de esta catástrofe natural y asegurarle al pueblo haitiano nuestra cercanía humana y espiritual”.

El CELAM destaca “el sensible fallecimiento del arzobispo de Puerto Príncipe, monseñor Joseph Serge Miot, y de la doctora Zilda Arns, de Brasil, fundadora y coordinadora internacional de pastoral de crianza (niños) y fundadora de pastoral de la persona anciana, quien se encontraba en labores humanitarias en Haití”.

Hace un llamamiento “a las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe para que promuevan, desde los organismos sociales y caritativos, una presencia solidaria de la Iglesia y de la Sociedad con el pueblo haitiano, a través de las instancias eclesiales y civiles, tanto de Haití como de República Dominicana”.

“Bien sabemos de la mutua cooperación que se han brindado siempre las Conferencias Episcopales de estos dos países”, subraya.

Así mismo anuncia que se propone, desde los Departamentos y Centros del CELAM, “impulsar mecanismos de comunión, de solidaridad y de ayuda en los diversos campos de la atención a emergencias, de la promoción humana y del acompañamiento espiritual y pastoral”.

“Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití, sea el consuelo y la fortaleza de las familias que han perdido a sus seres queridos y que sufren situaciones de miseria y dolor. Que el Dios de bondad y misericordia los proteja y acompañe en este momento de sufrimiento”, concluye el comunicado firmado por el presidente Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida-Brasil y el secretario general Leopoldo González González, obispo auxiliar de Guadalajara-México.