SAN SALVADOR, lunes 18 de enero de 2010 (ZENIT.org – El Observador).- La Iglesia Católica salvadoreña y el representante del Vaticano apoyaron, ayer domingo, la decisión del presidente de El Salvador, país lastrado por un largo proceso de guerra intestina, de pedir perdón a todos los involucrados en un conflicto que costó miles de vidas humanas.
El 16 de enero de 1992, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Gobierno del entonces presidente Alfredo Cristiani, suscribieron en México los acuerdos que acabaron con un conflicto que causó 75.000 muertos en doce años.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, sorprendió el pasado sábado a la sociedad y a los prelados católicos al hacer una petición de perdón, en nombre del Estado salvadoreño, a las víctimas de la guerra civil.
Funes hizo una invitación a todos los actores del conflicto a seguir ese ejemplo y buscar una reconciliación que cierre las heridas, aún abiertas, en la pequeña nación de Centroamérica.
El sábado pasado, en una acción sin precedentes, Funes reconoció que fuerzas militares gubernamentales y paraestatales cometieron «graves violaciones a los derechos humanos y abusos de poder» durante la guerra civil, y por ello pidió perdón a las víctimas.
Entre esas «graves violaciones» cometidas contra «civiles indefensos» figuran masacres, ejecuciones arbitrarias, desapariciones forzadas, actos de represión, por los que Funes dijo que el Estado es «responsable tanto por acción como por omisión».
El Presidente creó una comisión que propondrá medidas para la reparación moral, simbólica y material de las víctimas y otra para la búsqueda de niños desaparecidos, a la vez que prometió pagar las deudas pendientes a los ex combatientes discapacitados.
«Verdaderamente, ha sido un paso muy significativo, sobre todo por lo que se refiere a la reconciliación, la reunificación del pueblo salvadoreño, porque la guerra ha terminado, la violencia que hay no depende más de la guerra, son otras razones», declaró inmediatamente después de conocer la noticia el nuncio apostólico en El Salvador, monseñor Luigi Pezzuto.
El representante vaticano señaló en una conferencia de prensa junto al arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, que el país precisa ahora de la «reconciliación», 18 años después de haber firmado los acuerdos de paz.
«La paz no es solamente el silencio de las armas, gracias a Dios este silencio se ha hecho y ha funcionado. También la reconstrucción del país en menos de 18 años, ha sido verdaderamente un milagro. Pero naturalmente falta esa dimensión de reconciliación de los espíritus», sostuvo el nuncio.
«El Estado lo ha hecho; todos aquellos que sienten que han sido involucrados y que todavía no se han pedido perdón deberían también pedirlo, para hacer verdaderamente esa reconciliación del pueblo salvadoreño», agregó monseñor Pezzuto.
En la misma rueda de prensa tomó la palabra el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar quien dijo: «Me impresionó mucho la forma en que el presidente hizo la petición de perdón”.
“Nosotros creemos que este es un buen ejemplo, un buen paso de que toda la sociedad debe de reconciliarse. Ojalá que podamos llegar a un nuevo acuerdo nacional que siente las bases verdaderas de una paz social, y eso es posible».
Monseñor Escobar consideró que en ese acuerdo de paz social que «se debe de concretizar», los distintos sectores de la sociedad salvadoreña deben llegar a un compromiso para poner fin a la delincuencia, la pobreza, el desempleo «y en todo lo que atañe a la nación».
A criterio del prelado, la petición de perdón formulada por el jefe de Estado, por las graves violaciones contra los derechos humanos en los tiempos de la guerra civil, es una acción “sincera” que se convierte en un pilar “importante para alcanzar esa verdadera reconciliación”.