CIUDAD DE MÉXICO, jueves 21 de enero de 2010 (ZENIT.org–El Observador).- La Iglesia no viola la laicidad del Estado cuando se opone a las uniones del mismo sexo, aclaran los obispos de México; más bien, ofrece su propia contribución a un Estado laico y democrático.
La aclaración ha sido formulada este martes en una rueda de prensa y un comunicado oficial emitidos por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cuyo presidente es monseñor Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlanepantla.
Hace un mes, en el Distrito Federal se aprobó el así llamado «matrimonio» entre homosexuales y la adopción de menores por parte de personas del mismo sexo, medida que los representantes de la Iglesia católica calificaron de contraria a la moral y los derechos de los niños.
Promotores de esa medida han acusado a la Iglesia católica de inmiscuirse en la vida de las instituciones políticas y de violar la laicidad del Estado.
En este contexto, advierte el comunicado publicado por la Conferencia Episcopal, «el Magisterio de la Iglesia tiene la intención de ofrecer su propia contribución a la formación de la conciencia, no sólo de los creyentes, sino de aquellos que buscan la verdad y quieren escuchar argumentos que vienen de la fe y de la misma razón».
«La fe –subraya el comunicado de los obispos mexicanos– no es un obstáculo para la libertad y la ciencia ni un conjunto de prejuicios que vician la comprensión objetiva de la realidad. Ante la actitud, que tiende a sustituir la verdad por consensos frágiles y fáciles de manipular, la fe cristiana aporta una contribución en la verdad ético-filosófica y propone perspectivas morales dentro de la cual la razón humana puede investigar y encontrar soluciones viables».
Los obispos mexicanos están convencidos «de que existe en cada ser humano una ley moral natural, y ésta, también da la bienvenida a quienes no se identifican con la fe y el pensamiento cristiano. Por eso la Iglesia no impone sus leyes morales», según se lee en la parte central del comunicado de prensa.
En la rueda de prensa sostenida posteriormente a la lectura del comunicado, monseñor Aguiar Retes, quien estuvo acompañado por los arzobispos de Morelia, monseñor Alberto Suárez Inda, y de León, monseñor José Guadalupe Martín Rábago, señaló que «la Iglesia católica no viola el Estado laico ni pretende hacerlo, tampoco sataniza la homosexualidad ni es homofóbica. La Iglesia quiere un Estado laico que sea el artífice de garantizar las condiciones de libertad para todos, independientemente las características de cada persona».
«No se trata de que el Estado laico se contraponga a las condiciones religiosas ni a las instituciones como son las iglesias, sino el verdadero Estado laico es aquel que favorece la relación de todos los sectores aún los constituidos por motivos de una fe donde se solidarice y fraternice para bien de una sociedad», indicó monseñor Aguiar Retes.
«La Iglesia –dijo el presidente de la CEM– no viola el Estado laico sino que está por un Estado democrático, que tenga una solidez y una laicidad como lo ha expresado Benedicto XVI».
Por su parte, el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago defendió el derecho de la Iglesia de expresarse y sobre sus propias convicciones y en tal sentido destacó que por parte de la Iglesia no hay una posición de satanización sobre los homosexuales u homofobia.
«La posición de la Iglesia en el catecismo sobre los homosexuales señala que éstos tienen los derechos que son propios de toda persona humana y no están excluidos de la Iglesia o excomulgados», enfatizó monseñor Martín Rábago.