“Esperanza y confianza” de los cristianos iraquíes a pesar de las persecuciones

Habla el nuevo arzobispo de Mosul, monseñor Nona

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MOSUL, jueves 28 de enero de 2010 (ZENIT.org).- A pesar de las persecuciones y las violencias de que son víctimas, los cristianos de Iraq no han perdido la esperanza, y tampoco lo ha hecho monseñor Amil Shamaaoun Nona, de 42 años, el más joven arzobispo católico del mundo.

El prelado ha sido nombrado arzobispo de Mosul, en el norte de Iraq, sustituyendo a monseñor Paulos Faraj Rahho, raptado fuera de su catedral hace casi dos años y muerto durante su cautiverio.

En una declaración a la asociación caritativa internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el prelado comentó la ola de asesinatos, secuestros y atentados contra los cristianos y los lugares de culto.

“Mi misión es dar esperanza y confianza a los cristianos de Mosul, haciendoles conscientes del hecho de que detrás de ellos en este momento difícil hay unpadre y un ministro”, afirmó.

El arzobispo, que tomó posesión el pasado 22 de enero, casi dos semanas después de su ordenación episcopal, expresó una valoración realista de los enormes desafíos que afrontan los cristianos de la región, afirmando que, desde el estallido de la violencia anticristiana del 2003, la comunidad católica de rito caldeo de Mosul ha disminuído a la tercera parte, y ahora tiene menos de 5.000 miembros.

Mosul, sobre el rio Tigris, está considerada la patria del cristianismo en Iraq, y es la ciudad que por tradición acoge al número más alto de fieles del país.

A causa de la creciente influencia de Al Qaeda y de la actividad de otros extremistas en la región, los cristianos han ido abandonando la zona, preocupados también al ser un objetivo fácil en los enfrentamientos entre curdos y árabes en la ciudad.

En su mensaje a AIN, el arzobispo pidió que los cristianos sean dejados en paz y no se vean envueltos en las luchas políticas por el control de la región.

Haciendo una referencia indirecta a las elecciones de marzo, escribe: “Debemos dar a conocer nuestra causa como cristianos a los países poderosos para que ejerzan presiones sobre los poderes políticos en Iraq, para que no nos utilicen para obtener ningún beneficio político. Esto es lo que está sucediendo ahora”.

El silencio de los medios de comunicación

En respuesta a la ola de violencia anticristiana, el arzobispo de Bagdad, monseñor Jean Sleiman, ha denunciado el “silencio de los medios de comunicación” sobre la persecución contra la Iglesia en Iraq.

En una entrevista a la agencia SIR, el prelado pidió “romper el muro de silencio que rodea al asesinato de cristianos en Mosul y en Iraq”.

“El Estado no hace nada – reconoció –. Las fuerzas del orden que sirven en los lugares de los ataques y de los homicidios no ven, no escuchan, no hablan”.

Para monseñor Nona, para muchos cristianos de Mosul, la Iglesia es la única esperanza.

“Lo único a lo que los fieles se agarran aún es a la Iglesia – escribe a AIN –. Por esta razón, la Iglesia, representada en la figura del obispo, debe cuidar a sus fieles y ayudarles a sentirse seguros a través de su presencia entre ellos”.

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ZENIT Staff

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