CIUDAD DEL VATICANO, domingo 31 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI se unió este domingo a la Jornada de Intercesión por la Paz en Tierra Santa, celebrada a nivel mundial, y junto a dos muchachos liberó simbólicamente dos palomas.
Esta Jornada ha surgido, por segundo año consecutivo, por iniciativa de jóvenes de Tierra Santa e Italia, y ha sido vivida en ciudades de todos los continentes con celebraciones eucarísticas y adoraciones de 24 horas ininterrumpidas.
Junto al patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Fouad Twal, y el custodio de Tierra Santa, el padre Pierbattista Pizzaballa OFM, el Papa se unió «espiritualmente a la oración de tantos cristianos de todas las partes del mundo, saludando de corazón» a todos los que se habían reunido en la plaza de San Pedro por ese motivo.
Como ya es tradición, los muchachos y muchachas de la Acción Católica de Roma participaron en ese domingo de final de enero en el encuentro con su obispo, pues ese mes está tradicionalmente dedicado a la paz.
Su llegada al Vaticano concluía así una «Caravana de la Paz», en la que participaron, además, sus familias y educadores, así como por el cardenal Agostino Vallini, obispo vicario del Papa para la ciudad eterna.
Dos de los muchachos, un niño y una niña, fueron invitados a subir al apartamento del Papa para pronunciar un mensaje de paz y liberar a las dos palomas, símbolos de la paz.
La segunda paloma liberada regresó al interior de la oficina del Papa, mientras que la primera la esperaba ante la ventana. En el segundo intento, el ave finalmente emprendió el vuelo, en medio del aplauso de los fieles.
