CIUDAD DEL VATICANO, domingo 31 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Dado que la lepra es una enfermedad que puede superarse y que sin embargo sigue propagándose en algunos países, Benedicto XVI ha exigido un esfuerzo conjunto para liberar al mundo de la enfermedad de Hansen.

El pontífice pronunció este domingo su llamamiento pues el mundo celebraba la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra, comenzada hace 57 años por Raoul Follereau (1903-1977), escritor francés, cuya causa de beatificación está comenzando a estudiarse.

En particular el Papa presentó el testimonio del padre padre Damián de Veuster, el religioso flamenco de los Sagrados Corazones que entregó su vida por los leprosos de la isla hawaiana de Molokai (1840-1889), quien falleció a causa de esta enfermedad y a quien el mismo pontífice canonizó el 11 de octubre.

"Encomiendo a su celestial protección a todas las personas que por desgracia todavía hoy sufren a causa de esta enfermedad, así como a los agentes sanitarios y voluntarios que se entregan para que pueda existir un mundo sin lepra".

En particular, el obispo de Roma saludó a la Asociación Italiana Amigos de Raoul Follereau.

En un mensaje enviado con motivo de esta Jornada, el presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, el arzobispo Zygmunt Zimowski, ha denunciado que la lepra sigue propagándose hoy (Cf. ZENIT, 29 de enero de 2010).

El prelado polaco hace un llamamiento "a la comunidad internacional y a las autoridades de cada Estado, invitándoles a desarrollar y reforzar las necesarias estrategias de lucha contra la lepra, haciéndolas más eficaces y capilares, sobre todo donde el número de nuevos casos es todavía elevado".

Según los datos más recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud, en 2009 se registraron más de 210 mil nuevos casos.