YAKARTA, martes 13 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Ni los tratados de paz ni las nuevas medidas de seguridad han podido detener la ola de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes que continúa en Indonesia.
Los últimos hechos han dejado 3 muertos, 5 heridos y siete casas incendiadas. El principal enfrentamiento se dio en la localidad, de Ambon, capital del archipiélago de las Molucas. La policía intervino para intentar detener los disturbios y el jefe de seguridad invitó a los dos frentes a mantener la calma.
Los incidentes ocurrieron en la noche entre el 9 y el 10 de julio en Yakarta, entre los valles de Batu Merah Dalam y Batu Merah Kampung, situados en el sub distrito de Sirimau (Ambon).
Hasta ahora las fuerzas de seguridad han identificado una víctima: Arman Syukur, joven de 21 años. Entre los heridos hay un soldado y un funcionario de la policía.
Según fuentes citadas por Asianews, los actos violentos serían fruto de un conflicto latente entre cristianos y musulmanes debido a que el frágil tratado de paz que habían hecho en el año 2002 no se ha podido resolver. Sin embargo hasta ahora no se conocen los motivos que han llevado a estos nuevos enfrentamientos.
Las autoridades han reforzado los controles en el área para evitar el peligro de ulteriores actos violentos. La tensión continua siendo alta y no se excluyen todavía nuevos efrentamientos entre cristianos y musulmanes.
El general de la brigada Totoy Herawan Indra, jefe de la policía de las Molucas, invitó a los dos frentes a la calma: “Esto tiene que detenerse”, recalcó el militar, quien estaba en el lugar del incidente.
Por su parte, H. Awat Tenate, jefe de la villa de Negri Batu Merah invitó a la policía a asignar más tropas en el área. En días pasados, dicha zona había ya sido escenario de las peleas, esta vez causadas por el nacionalismo extremo.
Entre 1999 y 2001 en las Molucas se combatió una sanguinaria guerra entre cristianos y musulmanes. El hecho dejó como saldo millares de víctimas de violencia, casi medio millón de prófugos, centenares de iglesias y mezquitas destruidas. También miles de casas se fueron abajo. En febrero de 2002 se realizó una tregua entre los dos. Fue firmada en Sulawesi del sur, a través de un plan de paz favorecido por el gobierno.