CIUDAD DEL VATICANO, viernes 16 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Conferencias episcopales de todo el mundo han recibido con satisfacción las nuevas «Normas sobre los delitos más graves» reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En Estados Unidos, monseñor Blase Cupich, presidente del Comité de los Obispos Católicos para la Protección de los Niños y Jóvenes, ha dado la bienvenida a ese documento vaticano publicado este jueves.
«La importancia que la Iglesia atribuye al abuso de un menor por un clérigo no puede ser subestimada. Al poner el abusos sexual de niños por parte del clero en el mismo contexto del respeto de los sacramentos, la Iglesia está dejando claro que esta conducta viola el corazón mismo de nuestra fe y culto», afirma el obispo de Rapid City, South Dakota, y obispo electo de Spokane, Washington.
«Es un paso importante en el esfuerzo continuo por alcanzar justicia para los inocentes cuya confianza en un clérigo ha sido violada», afirma el prelado.
Una visita a las páginas web de las conferencias episcopales del mundo, como es el caso por ejemplo de la de Francia, Canadá o Chile, permite testimoniar el amplio espacio que dedican a este documento, en particular a la nota explicativa publicada por el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede.
Monseñor Felix Gmür, secretario general de la Conferencia Episcopal Suiza, ha publicado un comunicado en el que califica el documento de «coherente».
«Los obispos suizos acogen por este motivo con satisfacción sobre todo la derogación de diez a veinte años de la prescripción en casos de violencia sexual contra menores y la lógica penalización de la pornografía infantil. Además de todo esto, el documento vaticano prevé que las medidas se apliquen de manera más rápida y eficaz», añade.
«La Conferencia de los Obispos Suizos también afronta con decisión toda forma de abuso sexual en la pastoral, habiendo adecuado y endurecido sus directivas durante la asamblea ordinaria del 2 de junio de 2010 en Einsiedeln. La violencia sexual es un delito, y la violencia sexual contra niños es un delito verdaderamente ignominioso. En la Iglesia no hay lugar para estas infamias», concluye.
El arzobispo Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana ha calificado de «señal clara» el documento con las nuevas normas emitidas por el Vaticano y de «testimonio unívoco a favor de las víctimas».
El prelado ha agradecido la actualización de la precedente normativa para asegurar medidas más rápidas, el aumento a 20 años de los términos de la prescripción por delitos de pedofilia, con posibles derogaciones y la introducción del delito de pornografía de pequeños.
«En particular», ha afirmado monseñor Zollitsch, «comparto el hecho de que, en casos de abuso sexual contra niños y jóvenes, que también tiene que afrontar la Iglesia en Alemania, la Congregación dé una señal clara con una información sin reservas y con el castigo de semejantes delitos».