ROMA, lunes 19 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Siete matrimonios católicos del pueblo de Kupibadi, en el distrito de Kandhamal (India), fueron asaltados, golpeados e insultados el pasado viernes.
El incidente tuvo lugar en el estado de Orissa, teatro de violencias anticristianas en agosto de 2008. Detrás de los sucesos habría cuestiones ligadas a la tierra y al paso del ganado por los pastos.
Fuentes locales de AsiaNews afirman que los miembros la tribu hindú de Danikibadi impidieron a los católicos el paso con el ganado por su pueblo, el pasto en los bosques cercanos y en los campos adyacentes.
Danikibadi dista 3 kilómetros del pueblo de Kupibadi, donde 18 de las 80 familias sson católicas, y es un paso obligado para los fieles que se dirigen a sus casas.
Los católicos denunciaron la cuestión a los funcionarios del Gobierno local, que convocaron un encuentro para dirimir la cuestión. Incluso en esa ocasión, los hindúes asaltaron a los siete matrimonios que representaban a la comunidad, lanzándoles piedras.
Al principio, la policía de Daringbadi se negó a acoger las denuncias de los católicos, abriendo un informe sólo después de reiteradas peticiones. En el centro sanitario gibernamental, los médicos incluso se negaron a curar a los heridos, temiendo denuncias y complicaciones legales, y se avinieron a hacerlo sólo tras recibir seguridades de las fuerzas del orden.
El Padre Ratikant Ranjit, de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, explicó que el incidente ha “impresionado” a la comunidad católica, cuyos miembros temen “por su vida, la de sus niños, por la seguridad de las casas y de las propiedades”.
El sacerdote denunció también “el lavado de cerebro” que “los grupos radicales han impuesto a los hindúes” en Orissa y en otras zonas de la India.
La campaña de odio y violencia contra los cristianos estalló con los ataques de diciembre de 2007 y tuvo su peor momento en el pogrom de agosto de 2008, con más de 500 muertos.