CIUDAD DE MÉXICO, lunes 26 de julio de 2010 (ZENIT.org – El Observador).- Con la participación de treinta delegaciones de México, Argentina, Perú, Nicaragua, Estados Unidos, Guatemala, Colombia y Ecuador, se llevo a cabo el Sexto Foro de Acción Católica de América Latina.
El objetivo fue “reflexionar en la vida, el pan, la libertad y la paz para efectos en los pueblos latinoamericanos”, según lo expresó Emilio Inzaurraga, coordinador general del Foro.
Entrevistado en la misa de la peregrinación de los miembros del foro a la Antigua Basílica de Guadalupe, Inzaurraga subrayo que los análisis se dividieron en tres etapas desde el punto de vista social, eclesial y asociativo con el propósito de aportar acciones a los pueblos de América Latina.
“Se trabajó en los desafíos de nuestro continente, entre otras cosas se habló del aumento de gente pobre que hoy en día suma ya más de 190 millones en nuestro continente. La pobreza mata, margina y deja fuera del sistema y la Acción Católica asume esos desafíos con la finalidad de poder dar aportes a las comunidades”, dijo Emilio Inzaurraga.
El representante de la Acción Católica, de origen argentino, mencionó que este movimiento” contribuye al desarrollo de la humanidad para que cada persona se reencuentre con su dignidad ante todos los problemas del mundo, como: la inseguridad, los problemas económicos, el terrorismo, la hambruna y la discriminación, especialmente a favor de los más pobres”.
En el foro –aseguró el coordinador general— se analizaron las palabras: pan en la alimentación de los hermanos, y en la pobreza, y en la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, la familia y la libertad religiosa que emerge en América Latina:
“Estos problemas no se deben enfrentar con violencia, porque genera más violencia y este foro fue para atender la formación de los integrantes de Acción Católica, para dar un aporte a las realidades de los pueblos así como la influencia en los laicos y sus grupos”, confirmó Inzaurraga.
“La Acción Católica da un aporte a la realidad de los pueblos pues influye en los laicos y aportar soluciones a la violencia, desigualdades, escándalos éticos, a veces falta el alma de la Iglesia en las decisiones políticas, sociales, y económicas, sostuvo el ing. Inzaurraga.
Por su parte, monseñor Domenico Zigalini, obispo de Palestina y asistente eclesiástico del Foro Internacional de Acción Católica, se refirió al análisis de los trabajos desde el punto de vista de la Iglesia y argumento que la vida, el pan y la libertad son elementos fundamentales de la vida del hombre, sin embargo, aclaró, “la vida viene de Dios, mientras que el pan es el don de nuestra vida, mientras que la paz y la libertad son valores humanos y cristianos en la vida del mundo y esto nos obliga a ser corresponsables con los demás en el Evangelio”.
Por Sergio Estrada