JAKARTA, viernes 14 de enero de 2011 (ZENIT.org) .- Las comunidades cristianas en Indonesia informan múltiples ataques a iglesias y lugares de culto en 2010, mientras que los funcionarios de las Naciones Unidas piden el cese de la violencia sectaria y de las leyes discriminatorias que conducen a un conflicto entre religiones.
Theophilus Bela, secretario general del Indonesian Committee on Religion and Peace y presidente del Jakarta Christian Communication Forum, formó parte de una delegación de los Estados Unidos, el pasado mes, para dar a conocer la persecución contra los cristianos en su país.
La delegación se encontró con líderes religiosos, miembros del gobierno de la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado, y funcionarios de Naciones Unidas.
Bela destacó que Navanathem Pillay, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, confirmó que los ataques a las religiones minoritarias en lugares como Egipto, Nigeria, Pakistán e Indonesia deberían servir para despertar a las autoridades de cualquier lugar, para combatir el creciente fanatismo. Ella subrayó que la tarea de todos los países es proteger la libertad religiosa erradicando la violencia sectaria y las leyes discriminatorias que puedan provocar conflictos.
Agresiones
Entre los ataques a los lugares cristianos de culto, Bela informó que la capilla católica de Cristo Rey en Desa Blimbing fue alcanzada por una bomba casera el pasado 7 de diciembre.
Se encontró también, una bomba casera en un santuario mariano en Prambanan a finales de noviembre.
La capilla católica de San José en Pare fue incendiada el pasado 12 de octubre.
El 11 de septiembre, un grupo atacó la parroquia católica “Alleluya” en Tanah Grogot y rompió todas las ventanas.
Igualmente, rompieron las ventanas de la escuela St. Bellarminus Catholic School en Jatibening por un grupo de radicales musulmanes el 7 de mayo. Al día siguiente volvieron, pero la policía fue capaz de evitar otra agresión.
El hospital católico Brayat Minula en Banjarsari fue apedreado y rompieron una ventana el mismo día que el cardenal monseñor Julius Darmaatmadja, ex arzobispo de Jakarta, realizaba una visita con motivo de la inauguración de un nuevo edificio para la institución.
Una capilla católica en Capar fue amenazada el 18 de febrero por miembros del Movimiento Reformista Musulmán.
A la iglesia católica de San Juan Bautista de Parung se le prohibió celebrar la Misa en la fiesta de la Ascensión debido a que un clérigo radical del Consejo Ulama musulmán a menudo hablaba contra la iglesia.
Otro clérigo musulmán radical cerró el acceso a la zona de construcción de la iglesia católica de Santa María Inmaculada en Kali Deras, deteniendo el proceso de construcción.
Las autoridades locales cerraron un lugar de peregrinación de los católicos dedicado a María en Desa Jati Mulya debido a protestas de musulmanes del lugar.
Otras organizaciones musulmanas radicales presionaron a las autoridades locales para que prohibiesen la Misa en el lugar de retiro católico “Wisma Semadi Klender” en Jakarta, sin embargo la prohibición se retiró gracias a la intercesión de Bela.
Musulmanes radicales protestaron también en la rectoría de la parroquia católica Sagrado Corazón de María Inmaculada en Cicurug, y el pastor fue obligado a firmar una carta prometiendo que la casa sería usada como su residencia y no como lugar de culto.
La capilla católica de Rancaekek de la parroquia de Santa Odilia en Cicadas fue cerrada por las autoridades locales.
Autoridades locales frenaron la construcción de Santa María, iglesia católica de Purwakarta, por temor a grupos musulmanes radicales.
Iglesias protestantes
El informe de Bela incluye ataques a iglesias cristianas protestantes durante el pasado año.
Por ejemplo la violencia ejercida contra la congregación protestante Huria Kristen Batak en Pondok Timur, que fue forzada a celebrar el servicio al aire libre después de que las autoridades cerraron y sellaron la iglesia en julio. La congregación sufrió varios agresiones durante los servicios del domingo, y el 12 de septiembre, un grupo de agresores montados en motocicletas apuñalaron a un hombre de 50 años y golpearon al pastor en la cabeza.
Bela informó que cinco iglesias protestantes fueron quemadas y demolidas, incluyendo en algunos casos, las casas de los pastores y trabajadores. Otras diez iglesias sufrieron ataques con piedras, armas y amenazas de grupos musulmanes radicales. Otras 14 iglesias fueron clausuradas por las autoridades locales.
El informe concluye con la afirmación de que ha habido aún mas ataques, pero no hay suficientes datos.
Traducido del inglés por Carmen Álvarez