SÃO PAULO, jueves 17 de marzo de 2011 (ZENIT.org) – El obispo de Cajazeiras (Estado de Paraíba, nordeste de Brasil), monseñor José Gonzáles Alonso, ha recibido llamadas telefónicas y mensajes con amenazas de muerte.
El obispo se emocionó y lloró el pasado martes, durante una rueda de prensa de presentación de la Campaña de Fraternidad, en Cajazeiras. Afirmó: “mi vida está en las manos de Dios y ofrecida a la diócesis”.
En una nota leída y firmada por el prelado, explica el contexto de las amenazas: “Hace tres años, en cumplimiento del deber, el obispo diocesano tomó medidas disciplinarias en el ámbito interno de la Iglesia, en conformidad con el Derecho y las normas jurídicas de la propia Iglesia”.
A partir de entonces, monseñor José Alonso “y otras personas pasaron a recibir llamadas telefónicas, e-mails y SMS, de origen desconocido, denigrando al clero y a los seminaristas, con difamaciones y calumnias, en lenguaje despreciativo, agresivo e incluso pornográfico”.
“Últimamente, los mensajes han pasado a contener amenazas de todo tipo, también de muerte, personales y también colectivas, intentando crear un clima de terror y de chantaje, con carácter extorsionador”, afirma la nota.
Según el prelado, todos los hechos han sido comunicados a las autoridades competentes para la depuración e identificación de los responsables, de cara a la responsabilidad penal de sus autores.
“La diócesis seguirá dando todos los pasos necesarios para la aclaración de los hechos, y pide de las autoridades la máxima diligencia para la puesta en marcha de las medidas legales”, afirma la nota.
El obispo afirma también que la Iglesia de Cajazeiras “cree y confía en la misericordia y la justicia divinas y reza por la conversión y reconciliación de todos, que se restaure la verdad, se repare el mal cometido y que se camine con fe, esperanza y caridad hacia el centenario de la diócesis”.