ROMA, jueves 17 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Por una parte las redes sociales se están volviendo cada vez más atentas en perseguir la plaga de la pedofilia, pero por otra están aumentando exponencialmente el fenómeno de la infantofilia y el de la pedofilia “cultural”, favorecidos también por el nacimiento de nuevos pedoparaísos como Tuvalu, en Oceanía, y Libia.
Estas son en síntesis las novedades presentadas en el Informe 2010 sobre la pedofilia y la pedopornografía realizado por METER – la asociación fundada y presidida por el sacerdote italiano Fortunato di Noto –, que fue presentado ayer miércoles durante una rueda de prensa en Roma, en la sede de Radio Vaticano.
En ella estuvo presente el director de la Sala de Prensa y de la emisora pontificia, Federico Lombardi, quien afirmó: “Sabemos cómo se ha debatido toda la cuestión de los abusos sexuales de menores, cómo la Iglesia se ha visto implicada por los motivos que sabemos. La actividad de Meter es, en concreto, la demostración de que la Iglesia está implicada en luchar contra los abusos sexuales de menores, en todos los ámbitos, también en las nuevas formas que este terrible drama toma en nuestra sociedad”.
Víctimas con rostro
El Informe reúne los datos recogidos durante el año 2010, tras un atento seguimiento de internet por parte de METER, gracias al acuerdo de cooperación firmado en 2008 con la Policía Postal italiana, que ha permitido poner en marcha investigaciones en Italia y en el mundo, con numeros sospechosos y arrestados por detención, divulgación y explotación sexual de menores.
En primer lugar, las cifras hablan de 69.850 víctimas de abusos durante 2010. Todos ellos niños en edad prepúber, es decir, hasta los 11/12 años de edad, que el pasado año, por primera vez, fueron contados uno a uno, durante el seguimiento de la red y en las denuncias de sitios pedopornográficos.
Después está el problema aún más alarmante de la infantofilia, del que, observa Di Noto, “la prensa habla raramente, es más, casi nunca”, es decir, ese fenómeno que tiene como objetivo niños de 0 a máximo 2 años. Se denuncia también material foto y vídeo en el que los menores realizan actos de autoerotismo o en el que son grabados mientras realizan actos sexuales.
“Las violencias sexuales perpetradas – afirmó Di Noto – son de lo más trágico e inenarrable, detectables a menudo en contextos familiares y criminales, en algunos casos se han realizado sets fitigráficos ad hoc , incluso dentro de chabolas. Hemos detectado también violencias a las que los niños son sometidos con animales. Todo detrás de esta absurda violencia sexual, ciega y bestial”.
Un fenómeno alarmante que se refleja en las cifras que hablan de un crecimiento casi igual al 100%. En total, entre 2003 y 2010 se han identificado 689.394 sitios. Sólo en 2010 son 13.766 entre sitios web, redes sociales, servicios de intercambio de archivos foto y vídeo y también direcciones email con contenido pedófilo (en 2009 fueron 7.240).
El 96% de los sitios tiene dominios genéricos y específicos, mientras que el 4% se compone de redes sociales (2,28%) servicios de intercambio foto y vídeo (1,51%) y direcciones email (0,16%).
“El sitio web personal – explicó Di Noto – es aún el instrumento preferido por los pedófilos, que a menudo eligen dotarse de dominios genéridos (80% de los casos) como .info, .com, .net. Dominios aparentemente inocuos que, sin embargo, esconden fotos y vídeos de niños violados. En el 20% de los casos, en cambio, tenemos dominios específicos procedentes de áreas geográficas muy determinadas”.
Pero si respecto a 2009 han descendido las denuncias, que eran 1.560, sin embargo ha aumentado el número de sitios denunciados. Las referencias italianas, inscritas en redes sociales y similares, eran 51: ahora son 65. Crecen también las denuncias a través del forum METER, que pasan de 560 a 889, lo que atestigua, observó Di Noto, “una conciencia más desarrollada, una sensibilidad nueva por parte de los llamados ciudadanos de la Red”.
Pedofilia pseudo cultural
“Además de esto – ha aggiunto –, crece la llamada ‘pedofilia cultural’, es decir, la proliferación de sitios de siti internet en los que el abuso y la violencia sexual sobre los menores (porque de eso estamos hablando) se presenta como una ‘libre elección’ que ‘ayuda a crecer’ al niño y que en el fondo retomaría las ‘nobles costumbres de la Grecia antigua’”.
Precisamente ayer miércoles, 16 de marzo, tras años de continuas denuncias por parte de la asociación METER, comenzaba la primera operación internacional contra los “pedófilos culturales”, expresión de ese “chirriante lobby” dirigido a hacer pasar la pedofilia como un hecho natural y normal.
Sobre el tema intervino también Antonino D’Anna quien, junto a Di Noto, ha escrito el libro Corpi… da gioco [Cuerpos… para jugar, n.d.t.] (LDC, 2010). El periodista citó como ejemplo el nacimiento en 2006 del partido holandés “Amor al prójimo, libertad y diversidad” (NVD), el primer partido declaradamente pedófilo, que consiguió presentarse a las elecciones políticas antes de ser disuelto en 2010 y que preveía en su programa bajar la edad del consentimiento sexual a los 6 años.
Otra prueba es también la existencia de la “Jornada del orgullo pedófilo”, que se celebra todos los años el 25 de abril con el Alice Day, dedicado al amor hacia las niñas, y el Boylove Day, dedicado a los niños, que se celebra en cambio el 23 de junio y en diciembre.
El problema, afirmó sin embargo Antonino D’Anna, es que crece en muchos pedófilos también la “presunción, que llega a convertirse casi en una certeza de impunidad”, tanto que en 2010 METER señaló fotos y vídeos con 32 abusadores (entre ellos también mujeres) a quienes no les preocupaba mostrarse a rostro descubierto.
“El pedófilo – explicó también – es un enfermo lúcido que tiene la capacidad de vivir esa experiencia como normal”. Y sobre todo, si en el 80% de los casos son las niñas las que sufren los abusos, en el 78% de los casos los abusadores son hombres, y contrariamente a lo que se afirma, la mayor parte de estos últimos no tiene a las espaldas un pasado de abusos.
“Esto, por tanto, cambia la perspectiva – afirmó el fundador de METER –. Aquí deberíamos hacer un discurso a cielo abierto sobre el hombre y sobre cómo es educado: ¿cuál es su relación con la mujer? ¿Cuál es su relación con el sexo y la sexualidad?”.
Redes sociales más seguras
Buenas noticias sobre otros frentes: descienden de hecho las denuncias de las redes sociales, que pasan de 851 a 315. “En este caso – prosiguió Di Noto – la disminución se halla gracias al control que los gestores de las redes sociales han demostrado realiza, también ante las denuncias de METER”
En lo que respecta a las redes sociales, la disminución de la presencia de pedófilos se debe probablemente a los controles más severos de los gestores. En 2009 se enviaron 851 denuncias a la Policía Postal, en 2010 solo 315. Entre las redes más usadas: Grou.ps (143 denuncias), Ning (88), Facebook (42), Socialgo (20), Webs (14), Youtube (5). Crecen Socialgo, que pasa de 0 denuncias en 2009 a 20, Facebook que va de 20 a las actuales 42, Meebo (de 0 a 2), Webs (de 0 a 14).
Descienden también las fotos y vídeos: en 2009 los pedófilos se sirvieron de las redes sociales para cargar 29.250 fotos, en 2010 llegaron a sólo 9.750, es decir, un decrecimiento de casi el 66%. Los vídeos pasaron de 2.607 en 2009 a solo 896 el año pasado.
El negocio: peer-to-peer
A menudo, sin embargo, los criminales hacen también uso del file sharing, el peer to peer, es decir, el int
ercambio interpersonal de material. Se han denunciado 209 files que contenían 111.692 entre imágenes (99%) y vídeos (1%) de niños abusados. “Productos rápidos, veloces de comercializar y entregar – explicó Di Noto –. El peer-to-peer es cómodo para los pedófilos, y también rentable: el 70% de las investigaciones llevadas a cabo se refiere a la posesión, producción y divulgación de material pedopornográfico. Más concretamete, el principio de fondo es muy sencillo: ¡más ofreces, más recibes!”
Libia, oasis de la pedopornografía
En lo que respecta a la ubicación de los servidores que gestionan este tráfico de material pedopornográfico, el 57% de los casos se encuentran en los países europeos, seguidos por América (38%), Asia (4%), África (0,40%) y Oceanía (0,27%). En África, el 100% de los dominios denunciados está en Libia. En América tenemos EE.UU. (94%), República Dominicana (2%), Ecuador (2%), Islas Turcas y Caicos (2%).
“Respecto a Europa – ilustró el fundador de METER – Rusia posee el 99% de los dominios, el 1% se divide entre Italia, Liechtenstein, Ucrania, Rumanía, Eslovaquia, Alemania, Holanda, Grecia, Bélgica. En Asia domina Hong Kong (50,1%), mientras que el resto se divide entre India, China, Japón, Taiwan, Corea del Sur, Vietnam (2,3, 10,85, 16,5, 4,4% respectivamente). Tampoco en el otro extremo del mundo faltan dominios pedopornográficos. Se trata de las islas Cocos (territorio australiano con menos de 600 habitanti en el Océano Índico), las Tonga y Tuvalu, archipiélago de atolones a medio camino entre Hawaii y Australia”.
Esto demuestra que donde no existe una legislación adecuada para luchar contra la divulgación de material de este tipo, el único instrumento en el que se puede confiar es el pedir al proveedor de servidores que oscurezca las imágenes delictivas. Trabajo éste que se complica aún más por el hecho de que Rusia y EE.UU. ofrecen, por ejemplo, dos plataformas de servicio de anonimato, donde confluyen miles de sitios capaces de eludir así los controles.
La respuesta de METER
En 2002 la asociación creó en Italia un número verde nacional, que desde entonces hasta 2010, ha recibido 21.035 llamadas de emergencia, además de ofrecer consultas telefónicas. Quien ha llamado a METER principalmente lo hizo, en 2010 (fueron 1.262 llamadas en total, 103 desde el extranjero), para obtener ante todo informaciones sobre adopciones y custodias, denuncias sospechosas, pero también asistencia psicológica, jurídica, denuncias, asistencia espiritual.
METER apoya, además, proyectos en Paraguay, Congo y Rumanía, ofreiendo dinero a abogados y psicólogos para dar una identidad a los llamados “niños invisibles” y asegurarles una vía terapéutica. También en Italia se constituye en parte civil en los procesos, proporcionando un apoyo económico, a menudo de gran utilidad, explicó el sacerdote siciliano, especialmente porque “no todos pueden acceder al patrocinio gratuito al no existir un fondo para las víctimas de los abusos sexuales, que podría ser una ayuda concreta para las familias obligadas a afrontar costes legales enormes y desangrantes”.
Existe también un centro de escucha y de primera acogida, que en 2010 siguió y proporcionó ayuda concreta a unos 862 niños, aceptando también peticiones de coloquio por parte de pedófilos, y afrontando las nuevas problemáticas emergentes como el ciber-acoso o el stalking online.
También es importante el aspecto ligado a la prevención, formación e información que METER ha llevado adelante mediante 68 congresos y encuentros centrados principalmente en internet y los nuevos medios, pero también a través de una presencia constante en las escuelas, creando stands de consulta para los menores, los profesores y los padres, adonde es posible dirigirse para eventuales denuncias de cualquier tipo de abuso.
Entre 2002 y 2009, además, METER visitó 184 institutos, entre enseñanza media y superior. En 2010 se llevó a cabo una encuesra entre 1.722 alumnos de Padua, Bérgamo, Catania y Siracusa para conocer sus costumbres en el uso del ordenador. De esta investigación se supo que en el 62% de los casos los jóvenes habían recibido invitaciones para conocer a personas conocidas on-line.
METER, junto a la Iglesia
“Meter – afirmó Di Noto – está al servicio de la Iglesia, del Papa, de los obispos y de las diócesis en lo que concierne a la pastoral con los preadolescentes, de los adolescentes, de los jóvenes en el ámbito educativo y de acompañamiento en las nuevas formas de explotación y de abuso, además de los itinerarios de fe a la luz de la esperanza que resurge”.
Entre 2009 y 2010 METER fue convocada por la Conferencia de los obispos de habla inglesa en el Vaticano, en representación de la experiencia asociativa como modelo de servicio a la infancia contra la pedofilia. La asociación – que colabora con grupos en Francia, Austria, Suiza, Brasil y Paraguay – ha sido llamada en los últimos 8 años a ofrecer su testimonio en diócesis italianas.
Está también la Jornada nacional de los niños víctimas de la violencia, de la explotación y de la indiferencia (GBV) que la asociación METER celebra cada año desde 1995 del 25 de abril a la primera semana de mayo, y que desde 2002 se ha convertido en un acontecimiento en Italia y el extranjero, no sólo para las realidades eclesiales, sino también para la sociedad civil.
Un vicario episcopal para los niños
Durante el coloquio con la prensa, Di Noto habló sobre la propuesta de instituir un “vicario episcopal para los niños” dentro de las ciócesis, “una propuesta por una parte provocativa – precisó, pero por otra, si uno quiere, realizable”, que no pretende la creación ex novo de figuras o cargos, sino de la voluntad de dar “un signo claro y evidente de cómo la Iglesia ama a los niños”.
“A menudo me pregunto – confesó – por qué en los consejos pastorales de las parroquias, o en las diócesis, existe la pastoral juvenil pero no la del niño. Por tanto, deberíamos reinventar nuestra forma de realizar el trabajo pastoral”.
Para Di Noto el verdadero reto es el de permitir “a las víctimas que habían perdido la esperanza de salir del tunel del silencio y de volver a encontrar su dignidad. Dignidad que ha sido oscurecida precisamente por aquellos que más que nadie debía protegerles y amarles: padres y educadores”.
“Porque, os puedo garantizar – añadió – que cuando Dios escuche el grito de los niños, no habrá Iglesia que resista, no habrá sociedad que resista, porque será Dios quien grite por ellos; y no habrá conciencia que pueda ser aplacada, porque Dios llegará a enfurecerse en su misericordia”.
“Aquí nadie debería quedarse en silencio – concluyó –. Todos deberían salir a hacer una revolución cultural”.
Para más información: www.associazionemeter.org
Por Mirko Testa, traducción del italiano por Inma Álvarez