TORRECIUDAD, lunes 19 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI animó a los esposos a “no cejar en su empeño de ser referentes de sus hijos, que necesitan descubrir en la constancia y en el sentido del deber, el rostro del verdadero amor”.
Lo hizo a través de un mensaje enviado a los aproximadamente 16.000 participantes de la 22ª Jornada Mariana de la Familia celebrada este sábado en el santuario de Torreciudad, en la provincia española de Huesca.
El Papa también exhortó a las familias “a ser en la sociedad actual, signo de esperanza”, según un comunicado del santuario mariano cuya labor pastoral está encomendada al Opus Dei.
El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela, presidió la Jornada.
En su homilía, afirmó que “la vida es una historia bellísima y a la vez dramática, en la que hay que enseñar a los hijos a luchar, a superarse a sí mismos, a caminar venciendo las insidias del mal”.
“Y la victoria consiste en la santidad, la verdadera vocación del hombre”, añadió. Para esta tarea, el cardenal animó a “confiar en la Virgen, en ese amor tierno y maternal de María que nunca nos abandona, Madre de Gracia y de Misericordia”.
El arzobispo de Madrid destacó a las familias llegadas de distintos puntos de España que “Dios está con el hombre de una forma extraordinariamente cercana, íntima, plena, para que el ser humano pueda hacer del camino de su vida un camino de salvación y de gloria”.
Y recordó que “para descubrir esa cercanía es necesario dar un primer paso de fe, creer en Jesucristo “firmes en la fe”, como les decía Benedicto XVI a los jóvenes hace unos días”.
Entre las familias peregrinas, un grupo de Burgos llevó una imagen de Santa María la Mayor, patrona de su ciudad, para dejarla en la galería de advocaciones marianas del santuario de Torreciudad, que contiene casi 300 imágenes de la Virgen de muchas partes del mundo.
La Jornada empezó a las doce del mediodía del sábado con la lectura de la Oración de las Familias, realizada por un grupo de niños vestidos de guardias suizos que recibieron al Papa en la reciente Jornada Mundial de la Juventud.
A continuación, diversos participantes realizaron una ofrenda a la Virgen, de productos típicos de distintas zonas de España, ornamentos litúrgicos, flores y trabajos manuales elaborados por niños que van a hacer la Primera Comunión durante este curso.
Tras varias actuaciones lúdicas y musicales, la jornada concluyó con el tradicional ofrecimiento de niños a la Virgen María, el rezo del Rosario por la explanada, acompañando a la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad, y la bendición con el Santísimo.
Más de 200 voluntarios participaron en la organización del encuentro y decenas de sacerdotes confesaron a lo largo del día en distintas zonas del recinto del santuario.