CASTEL GANDOLFO, martes 20 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).– Benedicto XVI recibió este lunes en Castel Gandolfo a los astronautas de la Estación Espacial Internacional con los que dialogó a través de una histórica conexión el pasado mes de mayo (cf. ZENIT 24 de mayo de 2011).

El Papa se reunió, entre otros, con los dos astronautas italianos Roberto Vittori, coronel y piloto de la aeronáutica militar, y Paolo Nespoli, que le devolvió la medalla de plata que representa la Creación del hombre de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina y que ellos se llevaron a la estación espacial.

Durante aquella conexión directa, la lanzaban jugando en la ingravidez a 400 kilómetros de la Tierra.

Entre otros regalos hubo un atlas del universo y una fotografía de la estación espacial, y el intercambio de banderas del Vaticano y de la NASA.

Los astronautas habían pedido esta audiencia con el Papa, en la que también estuvieron presentes, entre otros, elpresidente de la Agencia Espacial Italiana, iniciador del acontecimiento del 21 de mayo, y el director general de la Agencia Espacial Europea, Jean-Jacques Dordain.

Ambos se mostraron profundamente “ emocionados y honrados” -destaca un comunicado de la Agencia Espacial Italiana- de que el Papa haya recibido a las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional, manifestando que los vuelos espaciales “son un símbolo de paz y de cooperación internacional que preparan el futuro de la humanidad”.

En la conexión por satélite del Papa con las dos tripulaciones del transbordador Endeavour y de la Estación Espacial Internacional del pasado mes de mayo, Benedicto XVI podía ver a los doce astronautas de los Estados Unidos, de Rusia y de Italia, pero a estos sólo les llegaba el sonido.

Los otros astronautas que participaron en aquella conexión fueronCatherine Coleman, Mark Kelly, Gregory Harold Johnson, Edward Michael Finke, Andrew Jay Feustel y Scott Kelly.

Durante aquellos veinte minutos de conversación “sobre cuestiones importantes que afectan al futuro de la humanidad”, en palabras del Papa, se habló también de la medalla que los astronautas le devolvieron ayer, signo de la participación de Benedicto XVI en la misión de las dos tripulaciones.