CASTEL GANDOLFO, miércoles 21 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI impuso el palio al arzobispo metropolitano de Milán, el cardenal Angelo Scola, este miércoles al mediodía en la capilla del apartamento privado del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
Durante la ceremonia, el Papa explicó que lo cotidiano y lo material no van bien si no están penetrados por la luz de Dios, informa la edición de L’Osservatore Romano de este jueves.
El Pontífice también auspició que la metrópolis ambrosiana, centro industrial y económico importante, no pierda de vista a Dios ni los valores de la fe. Milán debe, por tanto, sentir la responsabilidad de esta tarea y tener la mirada fija en Jesucristo, destacó.
Benedicto XVI llegó a la capilla, donada por el episcopado polaco en 1934 a Pío XI, acompañado de su secretario particular, monseñor Georg Gänswein.
Saludó cordialmente al cardenal Scola y después de una oración en latín, escuchó la fórmula de juramento que pronunció el purpurado en pie ante él.
Después le entregó el palio e intercambiaron un signo de paz. El canto del Padrenuestro y la bendición apostólica clausuraron la ceremonia.
Esta ceremonia se realizó de forma excepcional, pues normalmente el palio se impone el día 29 de junio de cada año, a los arzobispos nombrados ese año.
El rito estuvo dirigido por el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Guido Marini. Le ayudaron Jan Dubina de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice y el agustino Pavel Benedik de la sacristía pontificia.
También estaban presentes los obispos auxiliares de Milán, monseñores Carlo Roberto Maria Redaelli, Mario Enrico Delpini, Luigi Stucchi, Erminio De Scalzi y Franco Giulio Brambilla.
También asistieron el obispo auxiliar emérito Angelo Mascheroni, y los monseñores Gianni Zappa, Bruno Molinari, y don Luciano Capra.
La delegación, acogida por el prefecto de la casa pontificia, el arzobispo James Michael Harvey, estuvo acompañada por monseñor Gabriel Richi Alberti, Marco Zibardi y Eugenio Pozzoli. También estuvo presente el director de las Villas Pontificias, Saverio Petrillo.
El cardenal Scola fue nombrado arzobispo de Milán el pasado 28 de junio, en sustitución del cardenal Dionigi Tettamanzi y mientras era patriarca de Venecia.
Con unos cinco millones de católicos, la arquidiócesis de Milán, en la que nació el purpurado, es una de las más grandes del mundo.
El cardenal Scola es cercano al movimiento Comunión y Liberación. Realizó sus estudios de Filosofía en la universidad católica del Sagrado Corazón de Milán y los de Teología en el seminario de Saronno y en la ciudad suiza de Friburgo.
Fue ordenado sacerdote en 1970 para la diócesis de Teramo. Ha sido director del Instituto de Estudios para la Transición (ISTRA), de Milán, miembro del comité directivo de la edición italiana de la revista Communio, asistente de la cátedra de Teología fundamental de la universidad de Frigurgo, profesor de antropología teológica del Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el matrimonio y la familia en la Universidad Pontificia Lateranense.
El papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Grossetto en 1991, después se convirtió en rector de la universidad Lateranense y presidente del Instituto Juan Pablo II y fue nombrado patriarca de Venecia en 2002. Juan Pablo II lo creó cardenal en 2003.
Fue presidente de la conferencia episcopal de la región de Triveneto y miembro del proyecto cultural de la conferencia episcopal.
Es miembro de varios dicasterios romanos: para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, de la cultura, para la nueva evangelización y para la familia.