BERLÍN, jueves 22 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- La visita de Benedicto XVI busca dar un impulso al diálogo entre cristianos evangélicos y católicos para que unidos testimonien al mundo su fe en Cristo.
Por este motivo, explicó el mismo pontífice a los periodistas que le acompañaban en el avión Alitalia que le llevó en la mañana de este jueves a Berlín, ha aceptado con gusto la invitación para visitar el antiguo convento de Martín Lutero, en Erfurt.
Al programar esta peregrinación apostólica, la tercera a su tierra natal, reveló, decidió “que el ecumenismo con nuestro amigos evangélicos debía ser un punto fuerte y central de este viaje”.
“En un tiempo de secularismo”, aclaró, evangélicos y católicos tienen el desafío común “de hacer presente el mensaje de Dios, el mensaje de Cristo”.
La búsqueda de la unidad entre evangélicos y católicos, “aunque permanezcan grandes problemas”, indicó, “se convierte en un elemento fundamental para nuestro tempo”.
“Estamos unidos y debemos mostrar al mundo y profundizar en esta unidad. Es algo esencial en este momento histórico”, subrayó.
Por este motivo, aclaró, “me siento muy agradecido con nuestros amigos, hermanos y hermanas, protestantes, que han hecho posible un signo muy significativo: el encuentro en el monasterio donde Lutero comenzó su camino teológico, el acto de oración en la Iglesia donde fue ordenado sacerdote y hablar juntos sobre nuestra responsabilidad de cristianos en este tiempo”.
Y confesó: “Estoy muy feliz de poder manifestar esta unidad fundamental, que somos hermanos y hermanas, y trabajamos juntos por el bien de la humanidad, anunciando el gozoso mensaje de Cristo, del Dios que tiene un rostro humano y que habla con nosotros”.
Por Jesús Colina