MADRID, miércoles 29 febrero 2012 (ZENIT.org).- Quienes conocen la película de 1938, protagonizada por Spencer Tracy, La Ciudad de los Muchachos, se alegrarán de saber que la archidiócesis de Omaha, Estados Unidos, iniciará el proceso de canonización del sacerdote en cuya figura se inspiró el filme, el padre Edward Flanagan, que se dedicó a ayudar a los muchachos en dificultad.
El padre Flanagan fundó un orfanato para chicos en una casa de Omaha en 1917, y siguió trabajando en una organización dedicada a la acogida y educación de niños en situación de riesgo. La Ciudad de los Muchachos es actualmente líder nacional en el cuidado de niños y familias a través del tratamiento de problemas de conducta, emocionales y físicos.
La promoción de la figura del sacerdote irlandés Flanagan, que murió de un ataque al corazón en 1948 a los 61 años mientras visitaba Alemania, es apoyada por un grupo llamado Liga Padre Flanagan.
El arzobispo George Lucas anunció que la archidiócesis abrirá la causa de canonización el 17 de marzo, Día de San Patricio, en la tumba de Flanagan, en el recinto de la Ciudad de los Muchachos. Ese día, Flanagan será nombrado siervo de Dios y un grupo de miembros del tribunal se reunirán para revisar la obra de la vida de Flanagan.
Según la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, la Iglesia requiere tres pasos más para que un candidato se convierta en santo: veneración, beatificación y canonización.
El primer paso, el título de venerable, se da a quien ha muerto y sus virtudes heroicas han sido reconocidas por el papa. Para ser beatificado, se le debe atribuir un milagro. La canonización requiere un segundo milagro, aunque el papa puede renunciar a algunos de estos requisitos.
La Liga Padre Flanagan ha reunido testimonios de seis personas en una encuesta para probar al Vaticano que Flanagan es responsable de varios milagros, todo ellos implicando la curación de enfermedades.