Por Luca Marcolivio
CIUDAD DEL VATICANO, martes 23 octubre 2012 (ZENIT.org).- El Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano --compuesto por los magistrados Giuseppe Dalla Torre, presidente; Paolo Papanti-Pelletier, juez; y Venerando Marano, juez- hizo pública hoy la sentencia contra Paolo Gabriele. La sentencia es de 6 de octubre y fue depositada en la Cancillería el 22 de octubre.
Según el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, durante un encuentro con periodistas acreditados, es una sentencia "sin sorpresas", que simplemente reconstruye los hechos que llevaron al arresto del exmayordomo de Benedicto XVI por robo con agravantes de documentos relativos a la actividad del pontífice y de la Curia Romana.
La conducta de Gabriele ha sido definida “lesiva según la normativa vaticana de la persona del pontífice, de los derechos de la Santa Sede, de toda la Iglesia católica y del Estado de la Ciudad del Vaticano”, según la sentencia.
La condena de Paolo Gabriele a tres años de reclusión por robo con agravantes --en cambio ha sido congelada la acusación de apropiación indebida- ha sido reducida a un año y medio, tras la concesión de los atenuantes genéricos solicitados por el promotor de justicia. A ello se añade la condena del imputado a las costas del proceso, unos mil euros.
Los atenuantes se basan en la buena fe y la ausencia de antecedentes penales de Gabriele, mientras que los agravantes son: abuso de la confianza otorgada por el papa al imputado y la difusión de documentos reservados.
Justamente por la relativa brevedad de la pena, el Tribunal no acogió la petición del promotor de justicia de condena a inhabilitación permanente del imputado para trabajar en tareas administrativas, limitándose a los cargos en los que se ejercen los poderes del estado.
La gravedad del reato no ha permitido sin embargo la aplicación de la suspensión condicional de la pena.
La sentencia, en cambio, ha confirmado la plena capacidad de actuar y la consciencia de las propias acciones por parte de Gabriele. Los peritos oficiales excluyeron cualquier minusvalía psíquica que pudiera hacer al imputado no consciente de la gravedad de los hechos.
El peritaje privado, al que la defensa renunció, efectuado por el profesor Tonino Cantelmi, afirmaba, por el contrario, la pérdida de la capacidad de entendimiento y voluntad del imputado.
Durante el debate, Gabriele había afirmado "no haber recibido dinero a cambio de la entrega de los documentos también porque era una condición esencial". Sin embargo, subsiste el dolo, en cuanto que el robo obtuvo provecho, aunque fuera de naturaleza no económica sino puramente moral.
En cuanto al uso del término "sugestión", varias veces mencionado por Gabriele durante el proceso, no supone la implicación de otras personas. No resultan pruebas de complicidad; el imputado se refería a la influencia que el ambiente habría ejercido sobre el, llegando a realizar una acción ilícita, en la convicción de actuar por el bien del papa y de la Iglesia.
Además, los tres objetos encontrados en la vivienda de Gabriele --una pepita de oro o dorada, un cheque de cien mil euros, y una copia rara de la Eneida, desaparecidos del apartamento pontificio– fueron juzgados por el Tribunal "irrelevantes" para la sentencia en cuanto que "permanecen no del todo claras las circunstancias de su hallazgo".
El padre Lombardi recordó que el promotor de justicia tiene cuarenta días, desde el de publicación de la sentencia, para apelar. En caso contrario, la pena se hace efectiva y Gabriele, actualmente en arresto domiciliario, sería conducido a las celdas del Cuartel de la Gendarmería, cerca de Puerta Angélica. Se deberá descontar el tiempo de detención. Gabriele cumplirá la pena en el Vaticano y no en Italia, no habiéndose explicitado tal petición al gobierno italiano.
Interrogado varias veces sobre la posibilidad de pedir una gracia al santo padre en beneficio de Paolo Gabriele, el portavoz vaticano precisó que se trataría de una “decisión personal” del pontífice la cual es imposible saber si y cuando se produciría.
Juicio a Claudio Sciarpelletti
Por otra parte, según un comunicado difundido por la Sala de Prensa de la Santa Sede, el presidente del Tribunal de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Dalla Torre, ha emitido el decreto que fija para el día 5 de noviembre próximo, a las 9 horas, la audiencia del proceso contra Claudio Sciarpelletti, imputado por complicidad, remitido a juicio el 13 de agosto pasado, por sentencia del juez instructor, pero cuyo juicio fue separado del de Paolo Gabriele en el curso de la audiencia del 29 de septiembre de 2012.
La audiencia tendrá lugar en el Aula de Audiencias del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano y el tribunal estará integrado por los mismos magistrados: Giuseppe Dalla Torre, presidente; Paolo Papanti-Pelletier, juez; y Venerando Marano, juez.
Traducido y adaptado del italiano por N.S.M.