«No lo llaméis golpe de estado. No es verdad, lo que ha sucedido en Egipto no es un golpe de estado. Lo llama así sólo quien se deja convencer por la propaganda de los Hermanos Musulmanes, que quieren disminuir, incluso con las palabras, el alcance de lo que ha sucedido. Pero basta con pensar un instante: ¿cómo podría el ejército lograr que salieran a la calle 33 millones de egipcios, jóvenes, viejos, mujeres y niños? No puede hacerlo, no tiene capacidad para ello. A continuación, una entrevista con el padre Milad Sidkhy Zakhary, del Instituto Católico de Ciencias Religiosas de El Cairo.
Si no fue el ejército, ¿quién es el protagonista?
El pueblo. El pueblo se ha movilizado y ha dicho basta. Al cumplirse un año de la Presidencia Mursi, el pueblo ha decidido: este presidente no puede gobernar ni un día más. Y ha salido a la calle para decirlo. Nunca se había visto en la historia mundial una manifestación tan multitudinaria, y ha tenido lugar precisamente aquí, en El Cairo. Solo aquellos que querrían perpetuar el poder de Mursi, que aseguraba todos los cargos importantes a los miembros de la Hermandad, tratan de pintar lo sucedido como un golpe de estado, como un acto ilegítimo contra un presidente elegido democráticamente.
En efecto, ¿acaso no fue el mismo pueblo quien votó a Mursi?
Sí, pero ha cambiado de idea. Porque ha visto que Mursi en un año no ha hecho nada, nada de nada, por el bien del país. Todo lo que ha hecho ha sido en interés de los suyos. Hacía política a favor de sus amigos, no de Egipto.
¿Puede poner algún ejemplo?
Piense en la electricidad: con Mursi no estaba asegurada todo el día. Hoy sí, hay a todas horas. ¿Cómo se explica? Porque antes Mursi tenía que asegurarla a sus amigos, a los palestinos de Gaza, mientras que el pueblo egipcio sufría. Este gobierno no ha hecho nada. Los servicios son cada vez más escasos, no hay trabajo. El pueblo se ha rebelado contra esta situación.
Y ahora ¿qué se espera?
Ahora hay que buscar la verdad, contra la propaganda. Hay grupos vinculados a los Hermanos Musulmanes que pagan a las personas para que vengan al Cairo a manifestarse en defensa del presidente y tratan de usar ciertos medios de comunicación para dar una versión falsa de los hechos. Al Jazira es una de estas: enviaba equipos de televisión para rodar imágenes falsas, por ejemplo, tratando que se viera a los manifestantes pro-Mursi como muy numerosos y pocos los adversarios. Pero, por suerte, está Google Earth: basta con mirar con este sistema para darse cuenta de los números. No pueden mentir a este nivel, no son fotografías manipulables como las que usan los medios de comunicación. Otra prueba del gran malestar de estas horas es el número de periodistas que dimiten en Al Jazira: nada menos que tres jefes han dimitido porque no aceptaban hacer desinformación.
Mientras tanto la policía captura a muchos extranjeros, sobre todo palestinos y sirios, que rondan por el país con armas y explosivos, moviéndose entre Alejandría, el Cairo y Gaza.
Sin embargo, parece que el ejército está aplastando el frente de los rebeldes, del pueblo que salió a la calle: ¿tiene un proyecto político claro que llevar adelante o era sólo propuesta?
Se reconocen en el proyecto político que proclamó el jefe del ejército y que prevé cancelar la Constitución de Mursi, intentar pacificar de nuevo a las fuerzas en juego, poner de nuevo en marcha a Egipto. Esta vez tendrán en cuenta los errores que se hicieron después de la Revolución del 25 de enero. Ahora la situación está en manos de un nuevo gobierno ad interim, que incluye a personas que han sugerido los rebeldes y debe llevar al país a las elecciones.
Entre tanta confusión ¿cómo se mueven los cristianos?
Los cristianos no pueden tener un presidente peor que Mursi. En los próximos meses se verá si la nueva constitución puede mejorar la condición de los cristianos. Ahora los cristianos tienen un papel importante y participan con el pueblo en la construcción del nuevo Egipto. Hay incidentes y también los cristianos están en peligro, pero como todos los egipcios, pues los Hermanos son violentos con todos.
¿Usted se siente en peligro?
Hace falta valentía para cambiar la sociedad, el miedo no basta.
*La entrevista de María Laura Conte fue publicada por la Fundación Oasis.