Esta mañana han muerto más de 20 personas en un atentado suicida ocurrido en el sur de Beirut, cerca de la embajada de Irán. Los muertos, según los primeros datos oficiales, son 23 y los heridos ascienden a unos 150. «Desafortunadamente», ha afirmado el padre Paul Karam, director de las Obras Misionarias Pontificias en el Líbano, el atentado de hoy «no es un episodio aislado».
En declaraciones a la Agencia Fides, el padre Karam ha denunciado que «la violencia sectaria tiene un propósito: quiere incendiar y desestabilizar todo Oriente Medio». En la actualidad, están en el punto de mira «especialmente el Líbano e Iraq». «Para cumplir sus diseños delirantes no tienen ningún reparo en matar a los niños que van a la escuela, o los adultos que van a trabajar o regresan a casa», ha lamentado.
Y ha concluido recordando que «como cristianos, compartimos el dolor de nuestra gente, y seguimos repitiendo que de ninguna manera actos similares de terrorismo pueden buscar justificación en razones religiosas».