El papa Francisco celebra hoy en Roma la santa misa en la iglesia de Jesús, agradeciendo la canonización del jesuita Pierre Favre, cofundador de la Compañía de Jesús.
En el día en el cual la liturgia recuerda el Santísimo nombre de Jesús, y en el templo que guarda los restos de San Ignacio y otros santos jesuitas, en el bicentenario de la restauración del orden de los jesuitas, el Santo Padre ha querido agradecer durante su homilía por la inscripción, el 17 de diciembre pasado en el libro de los santos, del primer sacerdote jesuita.
Entre los presentes, estaba el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, el dicasterio del Vaticano que se ocupa de los procesos de canonización. También participó el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini; y el obispo en Annecy, mons. Yves Boivineau, de la diócesis francesa en la que nació Favre, y más de 300 sacerdotes jesuitas.
El 17 de diciembre, en coincidencia con su 77 cumpleaños, el Papa dio a la Iglesia universal el culto litúrgico de este sacerdote francés y ordenó su inscripción en el catálogo de los santos, con un procedimiento de excepción, sin la necesidad de un milagro obtenido por su intercesión.
Fravre que a los 12 años había hecho voto de castidad ingresó en París al Colegio Monteigu y luego al de Santa Bárbara en 1525, donde fue compañero de habitación de san Francisco Javier. En la universidad de La Sorbona París conoció a san Ignacio de Loyola y con otros cinco compañeros fueron los fundadores de la Compañía de Jesús, siendo Favre el primer sacerdote de la misma.
Trabajó en Alemania ganándose el título de «Apóstol de Colonia» ganando más con su ejemplo que con las discusiones con los protestantes. Participó en eventos como la Dieta de Worms de 1540 y en la Dieta de Ratisbona de 1541. Fue elegido como delegado ante el Concilio de Trento, aunque falleció antes de viajar al mismo. Realizó su apostolado también en España y Portugal.
Fue beatificado por el Papa Pío IX el 5 de septiembre de 1872 y en el artículo publicado por la revista jesuita francesa ‘Etudes’, el mes de septiembre pasado, el papa Francisco definía a Pierre Favre, como modelo de dulzura y de diálogo.