En las próximas semanas, Irán enfrenta dos cuestiones cruciales que harán luz sobre las reales aperturas iniciadas por el nuevo presidente Hassan Rohuani: el desmantelamiento de las reservas de uranio enriquecido y la participación en la Conferencia de paz para Siria en programa en Ginebra. Lo indicó hoy la agencia Asia News en su página web.

Sobre el frente "nuclear" Irán fijó para el 20 de enero el inicio del programa previsto por los acuerdos firmados el 24 de noviembre. Según el plan, dentro de 6 meses Teherán deberá interrumpir el enriquecimiento del uranio sobre el 5 por ciento, no agregar centrífugas y neutralizar las reservas de uranio enriquecido al 20 por ciento.

Teherán deberá además consentir a la Agencia internacional para la energía atómica (Aiea), inspecciones cotidianas al centro de enriquecimiento de uranio de Fordo y mensuales al reactor de agua pesada de Arak. En cambio, los países occidentales congelarán parte de las sanciones consintiendo a la república islámica el comercio de oro y metales preciosos, el desarrollo del sector automovilístico y la exportación de petróleo.

Sin embargo quedan aún muchos escepticismos sobre un real cumplimiento de las obligaciones por parte de Teherán. Ayer Barack Obama alabó "el progreso concreto" hecho por Irán, pero ha precisado que no "nutre excesivas ilusiones" sobre el éxito final de la negociación. En caso de incumplimiento de las obligaciones, los EE.UU., impondrán nuevas sanciones.

Una señal de confianza hacia Irán y el presidente Rouhani llega de parte de Catherine Ashton, alto representante para los negocios extranjeros y la política de seguridad de la Unión Europea y coordinadora del grupo de los 5+1 (Concejo de seguridad Onu, más Alemania). En los días pasados el diplomático UE, subrayó que fueron puestas las "bases para una aplicación coherente, sólida y gradual del acuerdo de Ginebra" y que ahora se pedirá a la agencia atómica internacional, tomar "medidas" para la verificación de la aplicación del acuerdo. Para confirmar las buenas relaciones entre Europa e Irán, Ashton irá a Teherán en las próximas semanas, aceptando la invitación de Mohamed Javad Zarif, ministro de Relaciones Extranjeras de Irán.

Si por un lado la cuestión sobre el nuclear iraní parece resuelta, hecha excepción de los escepticismos de Washington y la oposición de Israel, por otro lado es más incierta la rehabilitación de Teherán al interior de la diplomacia internacional. De hecho queda todavía sin respuesta su pedido de participar en la Conferencia de paz en Siria en programa en ginebra el próximo 22 de enero.

Por el momento Irán no está en la lista de los países invitados por la Onu. Según Wiliam Hague, ministro de Relaciones Extranjeras británico y John Kerry, secretario de Estado USA, la república islámica todavía no ha subscrito los puntos de la primera Conferencia de paz de 2012, que prevé entre otras cosas el reconocimiento de un gobierno de transición y la salida de escena de Bashar al-Assad que al contrario, recibe ayuda militar que proviene de Irán.