Miles de activistas pro-vida salieron este miércoles a las calles de Washington para lamentar la aprobación de la histórica sentencia “Roe vs Wade”, que permitió legalizar el aborto en Estados Unidos en 1973.

El papa Francisco dar su apoyo a todos los participantes con un tuit en el que les asegura sus oraciones y les dice: "Rezo por la Marcha por la Vida en Washington. ¡Qué Dios nos ayude a respetar siempre la vida, especialmente la de lo más débiles!".

Los manifestantes de la 'Marcha por la Vida' se reunieron, como cada año, en la explanada del Congreso, frente al Capitolio y, a continuación se dirigieron hasta la Corte Suprema de Justicia. A pesar del frío helado (-12 grados centígrados) y las largas distancias, la capital de Estados Unidos acogió a miles de ciudadanos que mostraran su oposición a la ley del aborto actual, como el año pasado, cuando medio millón de personas acudieron a todas las actividades que se hicieron en torno a esta marcha (novenas de oración, charlas y encuentros con líderes pro-vida).

Mientras los pro-vida denunciaban este crimen, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que el aborto es una “oportunidad para que las mujeres puedan alcanzar sus sueños”. Y ello a pesar de que desde la sentencia “Roe vs Wade” se han exterminado a 57 millones de bebés en el vientre de sus madres.

Además, Obama aseguró que “renovamos nuestro compromiso al principio rector de la decisión (de Roe vs. Wade): que toda mujer debe ser capaz de hacer sus propias elecciones sobre su cuerpo y su salud”. También “reafirmamos nuestro firme compromiso de proteger el acceso de la mujer a un cuidado de la salud asequible y su derecho constitucional a la privacidad, incluyendo el derecho a la libertad reproductiva”, destacó el mandatario.

Estados Unidos “es un país donde todos merecen la misma libertad y oportunidades para cumplir sus sueños”, señaló Obama, que durante su mandato ha implementado una polémica medida que obliga a los empresarios a pagar seguros médicos que cubren el aborto y la anticoncepción a sus trabajadores, a pesar de que en conciencia se opongan a estas prácticas.

Durante su campaña de reelección en 2012, el presidente estadounidense recibió más de 10 millones de dólares de la corporación pro-aborto más grande del mundo, la International Planned Parenthood Federation,  que luego asumió el crédito de su victoria electoral.

Washington y París con sus recientes manifestaciones pro-vida están marcando un cambio al que parecen unirse otros países como Reino Unido, Suiza, Rusia, Polonia, Lituania, Hungría y Noruega, los cuales, con otros avances, se están sumando también a este deseo generalizado de abolir legislaciones abortistas y promover leyes a favor de la vida.