El director de la oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, ha confirmado esta mañana que ayer se llevó a cabo la última reunión de la Comisión Internacional de investigación sobre Medjugorje, establecida por la Congregación para la Doctrina de la Fe en marzo de 2010, bajo la presidencia del cardenal Camillo Ruini. La Comisión ha concluido su labor. Como está previsto, el resultado del estudio ahora se someterá a las instancias competentes de la misma Congregación.
En su momento, la Santa Sede dio a conocer en un comunicado de la oficina de prensa el inicio de la actividad de esta comisión, que se constituyó el 17 de marzo de 2010. “La Comisión Internacional de investigación sobre Medjugorje se reunió por primera vez el 26 de marzo de 2010 y como ya ha sido anunciado, el trabajo de la Comisión se desarrollará en rigurosa reserva. Las conclusiones serán presentadas a las instancias de la Congregación para la Doctrina de la Fe”, explicó la comunicación.
Medjugorje es una pequeña aldea de Bosnia-Herzegovina que se ha convertido en un lugar al que millones de personas peregrinan atraídos por las apariciones de la Virgen María que dicen tener seis videntes.
A finales del mes de junio de 1981, un grupo de chicos y chicas (Mirjana Dragicevic Soldo, Ivanka Ivankovic-Elez, Marija Pavlovic Lunetti, Vicka Ivankovic, Ivan Dragicevic y Jakov Colo) afirmaron que habían visto a una hermosa joven y que ésta les confiaba mensajes. Desde entonces y según los protagonistas, las apariciones se han ido repitiendo hasta el día de hoy.
La Comisión Internacional de investigación sobre Medjugorje, compuesta por cardenales, obispos, peritos y expertos se constituyó después de que la comisión diocesana en Móstar considerara que el fenómeno iba más allá de las competencias de la diócesis y de que la entonces (en el año 1991) Conferencia Episcopal de Yugoslavia no llegara a ninguna conclusión sobre la cuestión de la sobrenaturalidad o no de lo que sucedía.
Los obispos de la ex Yugoslavia habían destacado la necesidad de asistir pastoralmente, bajo la responsabilidad del párroco y del obispo local, a todos los que se dirigen a rezar en este lugar, y habían pedido a la Congregación para la Doctrina de la Fe que tomara en sus manos la situación.
El actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, monseñor Gerhard Müller, recientemente adivirtió que las apariciones de la Virgen María a los videntes de Medjugorje no pueden ser asumidas como verdaderas.
Monseñor Müller recordó en el pasado mes de noviembre a los obispos de Estados Unidos que la posición de la Iglesia es la que ya se confirmó en 1991, que «no es posible establecer que hubo apariciones o revelaciones sobrenaturales». Esta declaración se enmarcó en el contexto de la visita al país norteamericano de Ivan Dragicevic.
El nuncio apostólico de Estados Unidos, monseñor Carlo Maria Viganò, por petición de monseñor Müller, envió una carta al secretario general de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, monseñor Ronny Jenkins. En ella indicó que «uno de los así llamados videntes de Medjugorje, Sr. Ivan Dragicevic, tiene programado aparecer en ciertas parroquias en el país» en las que, según se ha avisado, «el Sr. Dragicevic estará recibiendo ‘apariciones’».
Para poder «evitar escándalo y confusión», monseñor Viganò recordó a los obispos estadounidenses que «los clérigos y los fieles no pueden participar en reuniones, conferencias o celebraciones públicas durante las cuales la credibilidad de tales ‘apariciones’ se dé por afirmada».
Pocos días después de este hecho, el papa Francisco dijo en su homilía de la misa de Santa Marta que la Virgen no es una jefa de la oficina de correos para estar enviando mensajes todos los días.
El Santo Padre señaló que «el espíritu de curiosidad nos aleja de la sabiduría, porque solamente interesan los detalles, las noticias, las pequeñas noticias de cada día». Este espíritu de curiosidad, que es mundano, nos lleva a la confusión, advirtió. Y para explicar cómo funciona esta confusión, el Pontífice insistió: «la curiosidad nos empuja a querer sentir que el Señor está aquí o allá, o nos hace decir: ‘Pero yo conozco un vidente, una vidente, que recibe cartas de la Virgen, mensajes de la Virgen». A propósito de esto, Francisco comentó: «Pero mira, la Virgen es madre ¡eh! y nos ama a todos nosotros. Pero no es una jefa de correos, para enviar mensajes todos los días».
Por su parte, el cardenal Tarcisio Bertone explicó en una ocasión que mientras seguían las investigaciones «están permitidas las peregrinaciones privadas y que los fieles cuenten con acompañamiento pastoral. En definitiva, todos los peregrinos católicos pueden acudir a Medjugorje, lugar de culto mariano en el que es posible expresarse a través de todas las formas de la devoción». Las declaraciones las hizo en 2007 el entonces Secretario de Estado, en una entrevista con el vaticanista Giuseppe De Carli.