Las productoras Flame Venturas y Origin Entertainment han anunciado este fin de semana que preparan una película sobre la vida de la Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad y Premio Nobel de la Paz en 1979.
La película llevará por título «I Thirst» («Tengo sed»), las palabras de Jesús en la cruz que se transformaron también en lo que fue la primera experiencia de la llamada interior que la Madre Teresa experimentó para servir a Dios entre los más pobres de los pobres.
Tras los incasables intentos de muchos directores que pedían retratar la historia de esta gigante de la caridad, este será el primer largometraje autorizado acerca de su figura. Keir Pearson, candidato al Oscar por «Hotel Rwanda» (2004), se encargará del guión del filme.
Su productor, Jamey Volk ha reconocido que «no podemos estar más entusiasmados de hacer esta película sobre una mujer que luchó por el compromiso absoluto, la fe, la caridad y el amor».
«Queremos llevar esta historia a una audiencia global», ha explicado. «Tenemos intención de empezar a rodar a finales de año para poder estrenar en primavera o verano de 2015», ha añadido.
Por su parte, Keir Pearson se embarcará en un viaje de documentación durante el próximo mes y comenzará a escribir el guión a finales de febrero.
En el proyecto participa también el Centro Madre Teresa de Calcuta, una organización sin ánimo de lucro creada y dirigida por la familia de religiosas fundada por la beata de origen albanés que se encarga de administrar legalmente su imagen.
La Madre Teresa nació en Skopje, en la actual Macedonia, en 1910. En 1928 entró en las Hermanas de Loreto, en Dublín, desde donde fue enviada a la India para iniciar su noviciado. Allí se dedicó a la enseñanza hasta el año 1948, en que abandonó la orden para fundar las Misioneras de la Caridad.
Con su figura doblada, gastada por los años, custodió en su corazón el amor de Dios que repartió infatigablemente entre los más pobres de los pobres desde los suburbios de Calcuta a los areópagos del mundo entero, convirtiéndose así en un auténtico icono de la caridad. Su presencia irradió, con fuerza, todo un programa de vida para el hombre de hoy.
Murió el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años. En 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz y fue beatificada por Juan Pablo II en 2003.