El nuncio apostólico en Damasco, Mons. Mario Zenari se ha referido hoy a la conferencia de paz Ginebra II sobre Siria y ha afirmado que "desde el principio sabíamos que esta Conferencia tendría que superar obstáculos insalvables. ¡Pero debemos hacer todos los esfuerzos posibles!".
En declaraciones a Radio Vaticano, Mons. Zenari ha reconocido que "cada pequeño paso tiene valor". En este sentido, "ya es algo que, después de tres años, las partes que estaban distantes, la una de la otra, y se combatían, se encuentren alrededor de una mesa", ha añadido.
Para el nuncio apostólico, "sería un buen resultado si las partes puedieran ponerse de acuerdo sobre el acceso a la ayuda humanitaria para las diferentes poblaciones que están cercadas". Este hecho no sólo afecta a la ciudad de Homs, ha explicado pues "habría unos 2,5Imillones de personas que están en esta situación, las cuales no pueden acceder a la ayuda humanitaria tan necesaria y urgente".
"Como cristianos, pero también como creyentes, tenemos que acompañar estos esfuerzos por la paz con la oración, porque ahora más que nunca nos damos cuenta de que necesitamos la ayuda de Dios para obtener este don, el don de la paz, que está confiado a la responsabilidad humana", ha subrayado el prelado. "Nunca debemos perder la fe, a pesar de que habrá momentos muy, muy difíciles", ha apuntado.
Ante el drama que está viviendo Siria, el nuncio en Damasco ha asegurado que la Iglesia tiene "una misión ardua". Es decir, "estar cerca de la gente que está aquí, de todo el mundo, tanto de los cristianos como de los de otras religiones, ya que todos ellos sufren estas calamidades de la guerra, la pobreza, el hambre, el frío y los secuestros". "Lo primero que debe hacer [la Iglesia] es estar presente, compartir estos sufrimientos", ha insistido.
Monseñor Mario Zenari ha concluido sus palabras pidiendo que en las reuniones que se están celebrando en estos días "se den pasos sobre todo en lo referente al aspecto humanitario".
Representantes del gobierno sirio y de la oposición se reunieron por primera vez cara a cara este sábado, algo inédito en casi tres años de cruento conflicto, en el marco de la conferencia de paz Ginebra II sobre Siria.
Tras no lograrlo el pasado viernes, ambas delegaciones se reunieron en la misma sala de la sede de la ONU en Ginebra con el mediador Lakhdar Brahimi, informó la portavoz de este último, Corinne Momal Vanian.
Durante el encuentro que duró una media hora, Brahimi habló, mientras ambas delegaciones escuchaban. Luego ambas partes se fueron a salas separadas y se preveía que Brahimi pasase de una a otra para permitir los intercambios.
Pese a su corta duración, el encuentro supuso un progreso, tras un difícil primer día de negociaciones, durante el cual los delegados del régimen de Al Assad acusaron a la oposición de obstaculizar las negociaciones y amenazaron con retirarse.
Ambas partes se reúnen por primera vez, en el marco de estas conversaciones impulsadas por Naciones Unidas, Rusia y Estados Unidos, en lo que constituye el mayor avance diplomático para intentar salir del conflicto que ha dejado decenas de miles de muertos en el país desde 2011.
Ambas delegaciones llegaron el pasado jueves a Ginebra tras una tensa conferencia en la localidad suiza de Montreux que reunió a unos 40 países y organizaciones.
Diplomáticos y observadores se hacen pocas ilusiones acerca del resultado de estas negociaciones, pero recuerdan que el simple hecho de que los dos bandos hayan aceptado acudir a Ginebra es todo un acontecimiento.
Régimen y oposición divergen acerca de interpretación del acuerdo Ginebra I, firmado entre las grandes potencias en junio de 2012, que prevé un periodo transitorio. Los enemigos de Bashar al-Assad estiman que implica necesariamente que el presidente abandone su cargo, mientras que Damasco rechaza esta interpretación y habla de un gobierno de unión.
Las negociaciones directas entre el Gobierno y la oposición se prevé que duren entre siete y diez días (previsiblemente hasta el 31 de enero), y que en ellas participen expertos rusos y estadounidenses para asesorar a las partes. Completada una primera ronda negociadora se pasará a un receso antes de convocar a una segunda serie de encuentros.