“Una visita apostólica del Papa Francisco en Corea sería un mensaje de esperanza para todos los países de Asia. Esperamos de todo corazón que puede tener lugar. También daría una gran motivación a la Iglesia coreana para seguir trabajando en la evangelización de Asia”. Lo ha afirmado el arzobispo de Seúl, Andrew Yeom Soo-jung, en declaraciones a la Agencia Fides.
El pasado 12 de enero, el Santo Padre anunció que el arzobispo de Seúl, será creado cardenal en el consistorio del 22 de febrero.
El padre Federico Lombardi, recientemente anunció a los periodistas que en el Vaticano se está estudiando un posible viaje del Papa a Corea en ocasión del Asian Youth Day, el encuentro de los jóvenes católicos de Asia, en programa en Daejeon, del 10 al 17 de agosto.
Sobre este posible viaje papal a Asia, el arzobispo de Seúl ha declarado a Fides: “Cada vez que tiene la posibilidad, el Papa Francisco subraya la necesidad más urgente para la Iglesia de hoy: la capacidad de sanar heridas y calentar los corazones de los fieles”. Esta orientación pastoral debe ser contextualizada en Corea, “la sociedad coreana de hoy – prosigue el arzobispo – vive el problema de la brecha entre ricos y pobres, y las diferencias ideológicas entre el partido conservador y el partido progresista. Estas divisiones provocan ansiedad y caos en la sociedad. También hay diferencias en la Iglesia Católica de Corea, y muchas personas se enfrentan a una crisis de fe. Espero que la visita del Santo Padre a Corea sea la ocasión para que aprendamos la manera de superar estas diferencias y convivir en armonía en el amor de Cristo”.
Finalmente ha explicado que: “el enfoque pastoral del Papa Francisco es el de hacer hincapié en la enseñanza fundamental de la fe cristiana: ayudar al prójimo y amar a los pobres. Por lo tanto, la misión más importante de la Iglesia en Corea es la de cuidar de los pobres y marginados. Una visita del Santo Padre en Corea no sólo traería gran esperanza a la Iglesia coreana, sino también a toda la sociedad coreana”.
Monseñor Andrew Yeom Soo-jung pidió en su mensaje pascual del 2013: “abundantes gracias y bendiciones para nuestros hermanos, separados de nosotros, en Corea del Norte, con la esperanza de que la paz pueda triunfar siempre en la península coreana”. Este mensaje llegaba en un momento de alta tensión política y militar entre las dos Coreas. Por lo que el arzobispo invitó a todos a “rezar por aquellos que sufren física y espiritualmente” y, sobre todo, “por los hermanos de Corea del Norte”.
En 1949 se calculaba que la población católica en Corea del Suro era en torno al 1’1%, con apenas 81 sacerdotes y 46 parroquias. Justo después del Concilio Vaticano II eran el 2’5%. 50 años después, los católicos son el 10’3%, de la población, los sacerdotes más de 4.600, los religiosos y las religiosas más de 10.000.
Estas son las cifras que el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, recordó en su viaje a Corea del Sur, que realizó del 30 de septiembre al 6 de octubre.
Según los datos de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, publicados en mayo de 2013, documentan que en la actualidad hay 5.361.369 católicos, cerca del 10,3% del total de la población. En el curso del último año, 84.959 fieles se han unido a la Iglesia y han surgido en el país 17 nuevas parroquias. Seúl la archidiócesis más poblada, alberga al 27,1% de los fieles coreanos, seguida por Suwon (15.1%), Daegu (8.8%) e Incheon (8.7%).
Además, en 2012 se celebraron 20.712 matrimonios, 12.506 entre coreanos bautizados y no. El número de fieles que se han acercado al sacramento de la confesión es en cambio un 4,6% inferior al de 2011 y también los bautismos, 132.076 en el último año, han registrado una disminución del 1,8%.
Un crecimiento que también ha caracterizado el crecimiento del clero: en 2012, la relación entre sacerdotes y fieles es de uno a 1.149. La asistencia media a la misa dominical ha registrado la participación de 1.233.114 de fieles, cerca del 23% de los católicos coreanos.