La Fiscalía Provincial de Málaga (España) ha abierto este miércoles diligencias de investigación penal contra el cardenal electo Fernando Sebastián por declarar que la homosexualidad se puede normalizar con un tratamiento adecuado.
En un escrito firmado por el fiscal jefe provincial, Juan Carlos López Caballero, el ministerio público adopta esta decisión tras la demanda presentada el pasado 23 de enero por la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colegas), en la que este colectivo también solicitaba una rectificación «inmediata» por parte del arzobispo emérito de Pamplona.
En una entrevista publicada el pasado 19 de enero en el diario Sur, monseñor Sebastián explicaba que «señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado».
La apertura de diligencias por parte de la Fiscalía es un procedimiento rutinario, que en un primer momento se centrará en valorar el tono y el contexto en el que se produjeron las declaraciones. Una vez se evalúen estos aspectos, el representante público verá si es pertinente citar a declarar al nuevo purpurado para que dé explicaciones sobre lo dicho.
En un comunicado, Colegas ha mostrado su satisfacción por la medida adoptada por el ministerio público, ya que «se trata de la primera vez que este tipo de declaraciones de miembros de la jerarquía católica no son archivadas y desestimadas rutinariamente».
Además, esta organización nacional de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales asegura que las declaraciones del prelado –residente en la capital malagueña– atentan contra la legislación española que protege como derecho fundamental la dignidad y la no discriminación en los artículos 18 y 14 de la Constitución y constituyen una «clara incitación al odio y a la discriminación», comportamientos penados en el Código Penal.
Por su parte, el Obispado de Málaga ha señalado en una nota que al referirse a la homosexualidad, el arzobispo emérito de Pamplona «no habló de enfermedad», por lo que «quienes le han acusado de ello han manipulado sus palabras». «Su declaración se mantenía estrictamente en el terreno de la moralidad, como puede leerse en el texto de las declaraciones», ha subrayado el Obispado, que también ha considerado «deplorable» que el Ayuntamiento de Málaga «se haya unido», a través de una moción aprobada por unanimidad, «al coro de manipulaciones» de las declaraciones de monseñor Sebastián.
Ante la polémica suscitada en las últimas semanas, ZENIT reproduce las palabras exactas del cardenal electo:
Vamos a desobedecer un poco al Santo Padre que ha dicho que los curas no deberían estar todo el tiempo hablando de los homosexuales, el aborto y el preservativo. Ya es famosa su frase sobre los gays en la que afirmó él no era nadie para criticarlos. ¿La comparte?
— El Papa extrema los gestos de respeto y estima a todas las personas, pero no traiciona ni modifica el magisterio tradicional de la Iglesia. Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que esa es la postura del Papa, lo mismo respecto del matrimonio homosexual o los divorcios. Vamos a estar a su lado, pero la Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral. El amor siempre pide fidelidad y ser irrevocable. El amor humano es lo que es y la Iglesia tiene que defender la verdad y la autenticidad profunda del hombre, ayudando a todos, a los que lo realizan bien y a los que se equivocan o fallan.
Ha mencionado la palabra deficiencia. ¿Entiende como tal la homosexualidad desde el punto de vista de la moralidad?
— Sí. Muchos se quejan y no lo toleran, pero con todos los respetos digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación. Una homosexualidad que no puede alcanzar ese fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda. El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice.