El Parlamento federal belga ha votado este jueves al anochecer a favor del polémico proyecto de ley que autoriza la eutanasia infantil, tras un agrio debate en la Cámara de los Diputados y la insistencia de los democristianos valones y flamencos para que se suspendiera.
A lo largo de los últimos meses, los obispos de Bélgica han expresado con frecuencia sus temores sobre la extensión de la eutanasia a los menores. Han sido numerosas sus declaraciones al respecto con la misma idea de fondo: con esta ley se banaliza la muerte al tiempo que se recorta en cuidados paliativos.
Este es el texto íntegro de la reacción de los prelados belgas ante la aprobación de la ley de la eutanasia infantil:
“Los obispos de Bélgica están profundamente decepcionados con la aprobación dada por la Cámara de Diputados a la Ley sobre la ampliación de la eutanasia para los menores. Lamentamos la adopción de una ley que muchos expertos consideran que es innecesaria y tiene muchos defectos.
Los obispos compartimos la opinión de aquellos que, en el debate sobre la eutanasia, se han pronunciado de forma inequívoca en contra de la ley, de acuerdo a su experiencia o conocimientos.
Apoyamos plenamente los derechos del niño, de los cuales los derechos al amor y al respeto son los fundamentales. Pero el derecho del niño a pedir su propia muerte supone ir demasiado lejos. Se trata de la transgresión de la prohibición de matar, que constituye la base de nuestra sociedad humana.
Los obispos tememos que esta nueva ley abre la puerta a una futura ampliación a las personas con discapacidad, a las personas con demencia, a los enfermos mentales o a aquellos que están cansados de vivir. Insistimos que es necesario implementar lo que hace falta para combatir al máximo el dolor y el sufrimiento y para que todos aquellos –profesionales y voluntarios– que acompañan a las personas enfermas y que sufren, sean apoyados de la mejor manera posible”.
La mayoría de los grupos políticos reconocieron que la eutanasia pediátrica es una cuestión dolorosa y cruel sobre la que nadie quiere decidir, pero reiteraron que es necesario hacer frente a esta realidad social y aseguraron que en Bélgica se ha reflexionado ampliamente sobre la medida. Una vez que los diputados belgas han dado el visto bueno a este proyecto de ley, ya sólo falta que el rey Felipe refrende la medida.
El objetivo de la normativa aprobada definitivamente esta tarde por el Parlamento, es permitir a niños y adolescentes optar a la eutanasia médica en supuestos muy restringidos, cuando padezcan un «sufrimiento físico insoportable y su muerte a corto plazo sea inevitable».
Holanda era, hasta el momento, el único país que incluía a los menores en la terrible práctica de la eutanasia, con un requisito de edad fijado en una horquilla entre 12 y 18 años, según el caso. Bélgica ha dado un paso más al optar por evaluar la madurez mental del menor en lugar de establecer una edad de referencia.