El pedido concuerda con las palabras de Benedicto XVI cuando después de la aprobación definitiva de los estatutos de Shalón, en el 2012, se dirigió a la comunidad reunida en Roma, animando a sus miembros a ser «instrumentos gozosos del amor y la misericordia de Dios».
«Con el corazón agradecido por la acogida que el papa Francisco me ha brindado, le recordé un poco nuestra historia: cuando era muy joven a los pies del papa Juan Pablo II pude ofrecer mi vida y mi juventud para evangelizar los jóvenes más alejados de Cristo y de la Iglesia”. El fundador de la comunidad añadió: “Aproveché también la oportunidad para decirle: ‘Santo Padre, estoy aquí para renovar el ofrecimiento de mi vida ante el Señor, y no sólo mía, sino de toda la comunidad, de todos estos jóvenes, familias, sacerdotes, laicos consagrados que ahora son parte de la obra Shalom’. El Papa se alegró y agradeció reafirmó su confianza en la comunidad».
El encuentro con Francisco duró unos 30 minutos y ha sido considerada por el fundador del movimiento como «histórica». Moysés además le mostró al Papa en un tablet un poco de la historia de esta comunidad nacida en Brasil y de la campaña que hizo de las redes sociales pidiendo oraciones por el Papa. Esta acción ha movilizado a miles de personas de diversos grupos, parroquias, comunidades e incluso a personas de otras religiones.
«Le dije –añadió Moysés– que podía contar con nosotros incondicionalmente en su pontificado, con la comunión de la oración, la vida y la misión».
Por último, el fundador le agradeció al Francisco por el gran don que él representa para la Iglesia y el ‘kairos de misericordia’ que se está viviendo en su pontificado. Azevedo añadió que “el Santo Padre elogió la intuición que Juan Pablo II tuvo sobre la Divina Misericordia y la institución en pascua del domingo de la Misericordia, porque eso es lo que los hombres necesitan: la experiencia de la misericordia de Dios”.