Ante la inminente legalización de la eutanasia en Quebec (Canadá), el grupo ‘Rassemblement québécois contre l’euthanasie’ ha organizado para hoy una marcha delante del Parlamento. Los organizadores han recordado que esta es la última oportunidad de los habitantes quebequenses para manifestarse públicamente a favor de la dignidad de la vida humana y de su protección, desde la concepción hasta la muerte natural.
El pasado 18 de mayo cientos de manifestantes protestaron por primera vez contra la injustificada implementación de la cultura de la muerte. Grupos católicos y de profesionales expresaron pacíficamente su descontento por la iniciativa a favor de la eutanasia en esta provincia francófona. A esta marcha asistieron los arzobispos de Quebec, Gérald Lacroix, y de Montreal, Christian Lépine, y los obispos Paul-André Fournier y Noël Simard, éste último miembro de la Academia Pontificia para la Vida.
El Gobierno de Quebec presentó en el mes de junio un controvertido proyecto de ley – muy similar al que se aprobó en Bélgica en 2002 – que legalizará por primera vez en Canadá la eutanasia en casos terminales y en los que el paciente solicite morir reiteradamente.
En caso de aprobarse el proyecto de ley, la eutanasia sólo se aplicará en la provincia de Quebec, pero puede abrir la puerta para que otras jurisdicciones del país adopten leyes similares. A nivel federal, la eutanasia y la ayuda al suicidio están prohibidos.
El proyecto de ley presentado por el Gobierno del Partido Quebequés (PQ), que se votará el próximo día 20 en la Asamblea Nacional de Quebec y se teme que salga adelante, establece que un doctor que reciba repetidas peticiones de un paciente sobre su deseo de morir puede proporcionarle ayuda médica para terminar con su vida.
El texto legislativo, titulado ‘Ley para Respetar el Cuidado al Final de la Vida’, señala que «el respeto de los pacientes al final de su vida y el reconocimiento de sus derechos y libertades debe inspirar todo acto realizado».
Una vez que la ley sea aprobada, el Gobierno quebequés establecerá una comisión que supervisará la aplicación de la normativa.
La ministra de Servicios Sociales de Quebec, Véronique Hivon, dijo tras presentar el proyecto de ley que la normativa responde a las peticiones de los quebequenses y a las necesidades de la sociedad.»La mayoría de las personas quieren cuidado paliativo pero, en casos excepcionales, necesitamos tener una respuesta», señaló Hivon.
La ministra aseguró también que «este proyecto de ley responde a las demandas de la sociedad quebequense, una sociedad que ha realizado una profunda reflexión sobre el final de la vida y que está comprometida a trabajar por el bienestar de todos».
Por su parte, los obispos de Quebec rechazaron el denominado ‘proyecto de ley 52’ por ser contrario al derecho a la vida. «La ley propuesta, de ser adoptada, legalizaría la eutanasia bajo el nombre de ayuda médica en la muerte», alertaron los prelados. Por este motivo, el proyecto de ley «no debe pasar».
«En Quebec, el acto de causar la muerte podría ser considerado una forma de ‘cuidado’ que podría ser ‘administrado’ a los enfermos terminales», denunciaron los obispos en una declaración del pasado 23 de enero.
En el comunicado, los prelados advirtieron también sobre los términos empleados para introducir la terrible práctica. «Causar la muerte a una persona no es cuidar de ella», afirmaron los obispos. «Una inyección letal no es un tratamiento. La eutanasia no es una forma de cuidado», insistieron.
Por último, los prelados aclararon que «de lo que se trata con la ley 52 es de permitir a los médicos causar la muerte directamente». «Esto va en contra de los valores humanos más fundamentales y contradice el propósito de la medicina. Ocasionar la muerte a un paciente no es un acto médico», concluyeron.
Con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebró este 11 de febrero, el arzobispo de Montreal, Christian Lépine, pidió rezar y ayunar para que no se legalice la eutanasia.
La Comisión de Derechos Humanos de Quebec, un órgano asesor en materia legislativa, ya se pronunció a favor de la extensión de la eutanasia a los menores de edad.