Los religiosos salesianos apuñalados en Venezuela durante la noche del 15 de febrero en la residencia del Colegio Don Bosco de Valencia, fueron despedidos con un fuerte aplauso al concluir las misas de exequias que se celebraron ayer lunes 17.
En la primera el ex director del colegio, Jhonny Reyes, lamentó que se hubiera dicho que los autores del robo que terminó en tragedia hubieran sido alumnos salesianos, y recoró la importancia del pedón, más allá del dolor. Recordó que eran dos religiosos que por más de 50 años han dado servicio a la comunidad. E invitó a las autoridades a reflexionar sobre lo ocurrido.
La segunda misa fue encabezada por monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia, y estuvieron también autoridades civiles como el alcalde de Valencia, Miguel Cocchiola, y el de San Diego, Enzo Scarano.
Por su parte el provincial de los Salesianos en Venezuela, Luciano Stefani, sobre las lamentables versiones que insinuaban “que hubo algo más que robo” indicó que la patóloga forense ha sido clara: “No ha habido ninguna otra acción sino el intento de robo, probablemente se han resistido y por eso hubo ese atropello y esa muerte tan violenta y salvaje”.
El provincial de los salesianos recordó la vida intachable de dos religiosos que dedicaron su vida a educar y formar a los jóvenes, y lamentó las insinuaciones sin fundamento. Por lo que se refiere a las hostias que pisaron al robarse los vasos sagrados, precisó que los dos adolescentes ladrones pensaron que eran de oro puro y de gran valor económico, cuando en realidad no lo eran.
Por su parte la Conferencia Episcopal de Venezuela a través de su comisión Justicia y Paz, señaló que el asesinato de estos religiosos es “una prueba más de la violencia criminal imperante en nuestro País”.
Indican en el comunicado que “Jesús Plaza y Luis Sánchez, dos hombres consagrados al seguimiento de Cristo, acogedores, dedicados toda su vida a la formación y acompañamiento de jóvenes con el ideal y la misión de sembrar valores en las personas, con el sueño de transformar nuestro país con la luz del evangelio, para reducir la violencia y garantizar una convivencia pacífica, consiguen la muerte a manos de jóvenes inconscientes del valor supremo de la vida”.
“La Comisión de Justicia y Paz –añade la nota– está profundamente consternada por el asesinato del padre salesiano Jesús Plaza y del hermano salesiano Luis Sánchez. Ante este suceso incalificable y doloroso que enluta a la Iglesia venezolana y particularmente a la familia salesiana, queremos expresar nuestra indignación por lo que este irreverente hecho entraña e indica de erosión de los valores y deterioro de nuestra convivencia social”.
E hicieron llegar las condolencias “a los familiares del padre Jesús Plaza y del hermano Luis Sánchez, a nuestros hermanos Salesianos y a toda la comunidad católica en Venezuela por esta irremediable pérdida”.
En el comunicado los obispos reiteran el repudio a “todo acto de violencia ejercida sobre cualquier persona y exigimos a las autoridades competentes clarificar los hechos para seguir en el camino de la justicia social y la paz de la que estamos careciendo en los últimos años”. Así como que “se garanticen los derechos humanos y el debido proceso de los victimarios”.
“Elevamos nuestra oración -concluye el comunicado de la CEV- para que en nuestro país recuperemos en nuestra convivencia el respeto por la vida y, seamos conscientes que la persona humana es templo de Dios, y la vida es sagrada”.
En la Casa general de los salesianos en Roma, ayer y hoy se ha celebrado la santa misa en sufragio por los dos religiosos asesinados, le informó a ZENIT la oficina de prensa.
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