Los obispos peruanos se han mostrado preocupados por «las distintas posiciones planteadas respecto al proyecto de Ley Universitaria» y conscientes de la importancia de dicho tema han emitido un comunicado sobre su posición al respecto. Lo han hecho tras la 103ª Asamblea General Ordinaria de la Conferencia Episcopal Peruana.
Y por ello han exhortado a la realización de «un debate participativo y técnico que tenga como norte lograr que las universidades sean espacios que garanticen el crecimiento y realización humana, pero sin menoscabo del respeto a su autonomía y demás derechos y garantías reconocidos por nuestra Constitución». La CEP en su comunicado también «reitera su compromiso de contribuir a dicho debate».
Además, ha invitado al Congreso y a los otros poderes del Estado «a no perder de vista su deber constitucional de promover el bienestar general, que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo humano integral de todos los peruanos».
La propuesta de la nueva ley universitaria en Perú será debatida en marzo en el parlamento. El punto más polémico de la propuesta de Ley es la creación de una “Superintendencia Nacional de Educación Universitaria” a la que deberán hacer referencia todas las universidades, que serán dirigidas por el gobierno de turno. Frente a esta han reaccionado diversos sectores de la sociedad, que lo ven como una violación de la autonomía política, administrativa y académica de cada centro.
Los prelados recuerdan que «las universidades nacieron para que, por el camino del conocimiento y el desarrollo personal, el ser humano sea más libre». La Iglesia –explica el comunicado– ha participado activamente en el nacimiento de las universidades; concretamente, en el Perú fundó la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, una de las más antiguas de América. Porque hace más de cuatro siglos que «la Iglesia está comprometida con la formación integral de millones de peruanos a través de escuelas, institutos superiores y universidades a lo largo de todo el país».
Asimismo, los obispos peruanos señalan que la Iglesia Católica, en el marco del Acuerdo Internacional celebrado entre la Santa Sede y la República del Perú, «desarrolla a través de sus universidades una intensa labor de formación humanista, investigación científica y promoción de la cultura». Del tal modo consideran positivo buscar mejorar el sistema universitario del país y que se dé en un clima de diálogo fructífero, «sin que genere polarización ni ponga en riesgo el futuro de la universidad en el Perú».