El presidente de la Federación de Centros Universitario de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Juan Requesens, solicitó ayer la mediación de la Iglesia Católica venezolana entre manifestantes y Gobierno para detener la escalada de violencia.
Este jueves subió aún más la tensión cuando aviones militares hicieron vuelos rasantes sobre las manifestaciones en Táchira y helicópteros sobrevolaron la ciudad de San Cristobal. Los habitantes denunciaron también que internet sufre bloqueos desde la mañana del mismo jueves.
El líder universitario pidió que la Iglesia nombre un vocero oficial, porque aseguró que los estudiantes «seguirán en la calle de forma pacífica, pidiendo la libertad de los detenidos y expresando su descontento con la calidad de vida en el país». Y exigió que el gobierno desarme a los grupos irregulares que están disparando a los manifestantes. Mañana sábado harán otra marcha “por la paz, la justicia y la democracia» dijo.
Desde hace dos semanas, Caracas, San Cristóbal y Valencia viven manifestaciones de jóvenes que terminan en enfrentamientos entre los grupos y la policía, además de francotiradores que son señalados como simpatizantes del chavismo.
Desde Estados Unidos, los congresistas Mario Díaz Balart y Ileana Ros-Lehtinen hicieron un llamado a la paz, condenaron el chavismo y propusieron sanciones económicas contra quienes sean responsables de las violaciones de los derechos humanos que se han registrado, a través de una legislación que presentarán lo antes posible en Washington.
Por su parte el presidente Nicolás Maduro, indicó que los programas como la CNN se deben ir de Venezuela: “Se va CNN de Venezuela, ya basta propaganda de guerra” dijo, porque “ellos quieren mostrar al mundo que en Venezuela hay una guerra civil, y aquí lo que está el pueblo es trabajando”.
El miércoles pasado, día en el que tres estudiantes perdieron la vida, la cadena de televisión NTN24, que transmitía en directa los enfrentamientos fue interrumpida en plena cobetura.
El presidente recordó en cadena nacional que “Leopoldo López, ordenó quemar las calles para derrocar al gobierno. ¿Y dónde está? En la cárcel, como yo dije. Gracias al Poder Judicial y a la Fiscalía. Y añadió que lo mismo sucederá “a todos los fascistas” a los cuales “los vamos a ir capturando uno por uno”.
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