La tragedia ha vuelto a golpear a Venezuela. La joven Génesis Carmona, Miss Turismo Carabobo 2013, falleció ayer víctima del balazo que recibió durante la marcha pacífica de los estudiantes de este martes en Valencia. Una nueva muerte en el marco de las manifestaciones que sacuden al país, con lo que aumenta a seis el número oficial de difuntos en las protestas que se repiten desde hace una semana contra el Gobierno de Nicolás Maduro. 

En una de las calles que recorría la manifestación, un grupo partidario del gobierno venezolano interceptó a los jóvenes y disparó contra ellos. Génesis sufrió una herida de bala en la cabeza, pero no murió en el acto. La miss de 22 años fue trasladada rápidamente al centro médico Guerra Méndez en una motocicleta, donde los médicos la intervinieron pero nada pudieron hacer por salvar su vida.

El ataque de los paramilitares oficialistas, retratado por la prensa local y por ciudadanos con sus cámaras, ocasionó heridas de bala a ocho personas. Una de ellas, el joven Enyerson Ramos, fue intervenido de urgencia tras recibir un balazo que le perforó un pulmón.

Por otra parte, el padre José Palmar, párroco de la iglesia Guadalupe, en Sierra Maestra, Maracaibo, ingresó ayer en la policlínica Amado después de sufrir también un ataque.

El sacerdote, que acompañaba las manifestaciones de los jóvenes en la Plaza de la República de Maracaibo, fue agredido por funcionarios de la Brigada de Control de Manifestaciones Públicas del Cuerpo Bolivariano de Policía del Estado Zulia (CPBEZ).

Según el relato de los testigos presenciales, un grupo encabezado por el padre Palmar y algunos líderes políticos del Estado Zulia se acercaron a dialogar con el comisionado del CPBEZ que estaba a cargo del despliegue policial, cuando varios funcionaros comenzaron a agredir a los jóvenes, entonces el cura intentó detenerlos y fue golpeado por los uniformados varias veces en la región abdominal.

El padre Palmar recibió los primeros auxilios por parte de un médico que se encontraban entre los manifestantes, luego fue trasladado de emergencia al citado centro de salud. La principal preocupación era el lugar de los golpes, porque este fue sometido hace varios años a un bypass gástrico. Tras un chequeo general, los facultativos determinaron la fractura de dos costillas.

El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, deploró hoy el ataque del que fue víctima el religioso, y llamó a “bajar el nivel de violencia” y a practicar “el respeto a los demás”.

En una entrevista con el programa Primera Página de Globovisión, el purpurado sintió “que hayan atacado al padre Palmar. Tengo entendido que él más bien estaba mediando en una trifulca entre dos grupos y entonces lo golpearon. Yo lamento mucho (lo sucedido). Le mando un gran saludo al padre Palmar y a todos los sacerdotes de Maracaibo”.

El arzobispo de Caracas señaló también que hay que “bajar el nivel de violencia que existe actualmente en el país. Eso es necesario que lo hagamos todos”. “El llamado es a eso, a que nos entendamos y dejemos la altisonancia en el lenguaje, a que busquemos el encuentro y practiquemos el respeto a los demás”, agregó. 

Asimismo, rechazó los intentos del Gobierno de reprimir las protestas que se realizan en varias ciudades del país desde el pasado 12 de febrero. “Si alguien está protestando, mientras no actué con vandalismo, déjenlo que proteste. No ataquen las manifestaciones”. 

Por último, el cardenal Urosa hizo un llamamiento a los dirigentes políticos del país a que cambien su discurso, que en algunos casos, resulta ser violento y de división. “El discurso tiene que ser incluyente; vamos a entendernos, vamos a buscarnos. Los venezolanos no podemos ser enemigos unos de otros. Podemos ser adversarios en diversas cuestiones, pero no podemos ser enemigos porque todos somos miembros de un solo pueblo y el pueblo venezolano somos todos”, concluyó.

Beata Jacinta Marto

Uno de los tres videntes de Fátim.Ofrendó su vida pensando en los pecadores, bajo el influjo de María, esta pastorcita portuguesa, humilde y sencilla, fiel al Santo Padre, es un ejemplo de abnegación y sacrificio en defensa de la fe