“Fe religiosa, institucionalidad nacional y modelos sociales”. Estos serán los temas a tratar en el Centro cultural dedicado al sacerdote cubano Félix Varela e inaugurado en setiembre de 2011 por el cardenal de La Habana, Jaime Ortega, con la presencia de Raúl Castro. Es la primera vez que una institución nacida directamente de la Iglesia y vitalmente relacionada con ella afronta abiertamente una cuestión de innegables ribetes políticos. Y también es la primera vez que el Vaticano en cuanto tal está involucrado en un evento de esta naturaleza, en la persona del argentino Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de Ciencias sociales de la Santa Sede, cuya tarea será exponer “las funciones del Estado según la Doctrina Social de la Iglesia”.
El encuentro tendrá una duración de tres días y será inaugurado el jueves 6 de marzo por el obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, jesuita cubano formado en la Universidad Gregoriana de Roma, que en su momento también dirigió el centro Pedro Arrupe. Es un nombre que siempre surge cuando se hace referencia al retiro del cardenal Ortega, quien desde hace dos años espera conocer el nombre de su sucesor. Él abrirá el congreso que lleva todo el sello del arzobispo y se propone “contribuir al discernimiento sereno y creativo, del proceso de reforma socioeconómica que vive el país”.
Al repasar el programa del encuentro salta a la vista otra “anomalía” o novedad, como se desee llamarla: la nutrida participación, entre los relatores oficiales, de exponentes de la emigración cubana. Es sabido que la actitud de ésta última con respecto a Cuba ha cambiado en el curso de los años. Un reciente sondeo encargado por un respetado centro de investigaciones de Washington reveló que el 56% de los entrevistados a nivel nacional es favorable a un cambio de la política con la isla, con una mayoría aún más fuerte del 63% entre los residentes de Florida y un 62% entre los latinos nacionalizados.
Precisamente de las “crecientes” relaciones de Cuba con su propia emigración hablará el cubano Jorge Duani, residente en Estados Unidos, mientras Arturo López Levy, otro cubano que enseña en las Universidades de Denver y Colorado, especialista en política norteamericana con Cuba, hablará de “El futuro del sistema político cubano”. Jorge Peláez, también cubano pero radicado en México, ampliará los horizontes hacia los “Nuevos procesos en América Latina”. De las perspectivas inauguradas por la nueva legislación económica que abrió el camino a la experiencia cooperativa hablarán otros dos cubanos residentes en el exterior, en este caso en Colombia, Pavel Vidal y Mauricio Miranda Parrondo. Pero también habrá docentes e intelectuales residentes en Cuba cercanos al Partido Comunista. Tocarán los temas neurálgicos –aseguran los organizadores- que se refieren al proceso que, a todos los efectos, se puede considerar una transición hacia otro modelo político y económico. Entre ellos el apoyo de la comunidad internacional al cambio en curso, el futuro del actual sistema político, la reforma constitucional, los lazos con la emigración, la espiritualidad, la cultura y la educación necesarias “para promover ciudadanos virtuosos en una comunidad institucionalizada”.
Un nombre se destaca especialmente entre los participantes: Julio César Guanche, autor del libro “La verdad no se ensaya”, que la revista católica Espacio laical ofrece a sus lectores en sus propias páginas. Julio César Guanche es docente de la Universidad de La Habana, ha dirigido la revista Alma Mater, órgano de la Federación universitaria de Cuba, colabora con el Instituto cubano del libro y es consultor del Festival internacional del Nuevo cine latinoamericano.