Por qué el Papa pidió disculpas y se solidarizó con los párrocos de Roma

Un caso de venganza de un ex cura que acabó preso por abusos con menores y acusó falsamente a un grupo de sacerdotes

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El papa Francisco ayer jueves durante su encuentro con los párrocos de Roma inició con un pedido de disculpas. Se refirió en sus palabras improvisadas, dichas delante del cardenal Vallini y de los sacerdotes a un caso de calumnia que involucró injustamente a un grupo de ellos.

“Buen día. Antes de todo tengo que decir que me sentí muy impresionado y compartí el dolor de algunos de ustedes y de todo el presbiterio, por las acusaciones hechas contra un grupo de sacerdotes. He hablado con algunos que fueron acusados y vi el dolor de estas heridas injustas. Una locura, y quiero decirlo públicamente que estoy cerca del presbiterio, porque no son 8 o 15, sino es todo el presbiterio en la persona de estos 7, 8 o 15”.

¿De qué se trató? ¿Por qué el Santo Padre presentó estas disculpas? Fue un caso que se presentó al inicio de su pontificado, o si preferimos, cuando aún no había iniciado el cónclave.

Un ex-párroco excluido del sacerdocio en el 2007 tras un proceso eclesiástico, Patrizio Poggi, 47 años y que había descontado cinco años de cárcel en el penitenciario romano de de Rebbibia tras una condena civil, en el mes de marzo del año pasado denunció una supuesta red para abusar de menores. Los ‘carabinieri’ sospecharon de la autenticidad de las declaraciones y, tras la intervención de la magistratura, el ex-parroco acabó arrestado el mes de junio pasado por calumnia agravada y continuada contra un grupo de sacerdotes. En sus declaraciones, el ex sacerdote indicó que había tenido conocimiento de una organización criminal que buscaba a jóvenes italianos y extranjeros para iniciarlos en la prostitución y ofrecerlo a un grupo de monseñores gay de los cuales había también dado a los magistrados las generalidades. Eran todas calumnias.

La acusación fue contrafirmada, según indican los medios locales, por un monseñor que aún trabaja en la nunciatura en Italia.

Según la orden de detención del juez Aldo Morgigni, el ex sacerdote montó la calumnia “animado de resentimiento por motivos personales contra algunos prelados”. Y convencido de poder extorsionar al Vaticano “para la revocatoria de la sentencia de dimisión del estado clerical o de una eventual revisión del proceso con el cual fue condenado por actos sexuales con menores».

Casi un año después, el Santo Padre no solamente expresa su solidaridad con ese grupo de sacerdotes involucrados en esta investigación sobre pedofilia y comportamiento promiscuo, sino que: “También quiero pedirles disculpas no tanto como obispo vuestro, pero como encargado del servicio diplomático del Papa, porque uno de los acusadores es del servicio diplomático, pero esto no fue olvidado y se estudia el problema, para que esta persona sea alejada de allí, se está buscando la vía. Es un acto grave de injusticia y les pido perdón por esto también”.

O sea el papa Francisco se tomó él la responsabilidad en cuanto el “encargado del servicio diplomático del Papa” por el monseñor que contrafirmó la declaración.

Acabada esta introducción, sus palabras emocionaron a los aproximadamente tres mil sacerdotes presentes, recordando que a Jesús se lo podía encontrar con frecuencia en las calles, que la Iglesia vive un tiempo de misericordia, que hacen falta sacerdotes con entrañas de misericordia al administrar el sacramento de la reconciliación. Misericordia que significa antes que nada curar las heridas; sin rigorismos ni laxismos.

Y con preguntas como “¿Lloras por tu pueblo? ¿Haces la oración de intercesión delante del tabernáculo? ¿Tú luchas con el Señor por tu pueblo, como Abraham ha luchado: Y si fueran menos, si fueran 25, 20. Una oración valiente de intercesión? ¿Discutes con el Señor como hizo Moisés?; ¿Sabes acariciarles o te avergüenzas de acariciar un anciano?”.

Contó también dos hechos de sacerdotes en su ciudad natal y de la misericordia que usaban al confesar, e invitó a recordar a tantos sacerdotes buenos, “porque los sacerdotes de Italia son buenos, y pienso que si Italia es todavía tan fuerte, no es tanto por nosotros los obispos, sino por los párrocos y los sacerdotes. Y no es un poco de incienso a ustedes sino porque lo siento así. Recuerden a tantos sacerdotes que están en el cielo y pidan esta gracia, que le den esa misericordia que han tenido con sus fieles”.

Texto completo de las palabras del Santo Padre a los párrocos romanos

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Sergio Mora

Buenos Aires, Argentina Estudios de periodismo en el Istituto Superiore di Comunicazione de Roma y examen superior de italiano para extranjeros en el Instituto Dante Alighieri de Roma. Periodista profesional de la Associazione Stampa Estera en Italia, y publicista de la Orden de periodistas de Italia. Fue corresponsal adjunto del diario español El País de 2000 a 2004, colaborador de los programas en español de la BBC y de Radio Vaticano. Fue director del mensual Expreso Latino, realizó 41 programas en Sky con Babel TV. Actualmente además de ser redactor de ZENIT colabora con diversos medios latinoamericanos.

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