Hacia las 10,30 de la mañana el presidente de Estados Unidos Barak Obama, llegó al Vaticano en una comitiva en la que había 26 autos y 8 motocicletas para reunirse con el Santo Padre en un coloquio de 50 minutos que ha cumplido el récord de duración de los encuentros que Francisco tiene con presidentes de Gobierno. «Es maravilloso encontrarle, gracias por recibirme», con estas palabras se ha presentado Obama al papa Francisco. «Bienvenido, señor Presidente», ha respondido el Pontífice en inglés.
A continuación han pasado al despacho y ya sentados el uno frene al otro en el escritorio del Papa, Obama dice al Santo Padre que es un honor conocerle y que es un gran admirador suyo.
Durante el encuentro privado, que ha comenzado a las 10.27 y ha finalizado las 11.19, han contado con la presencia de dos intérpretes. Por un lado monseñor Mark Miles, de la secretaría de Estado, y por otro Alessandra Donatti, trabajadora de la embajada de Estados Unidos. El Papa ha hablado en español, no en italiano.
Aún en presencia de la prensa y antes de quedarse solos, el presidente ha saludado al Santo Padre de parte de su familia y le ha indicado que la última vez que estuvo aquí para reunirse con Benedicto XVI, puedo traer a su mujer y sus hijas.
Según anuncia un comunicado de la Sala de Prensa del Vaticano, «los cordiales coloquios han permitido un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas relacionados con la actualidad internacional, deseando para las áreas en conflicto el respeto del derecho humanitario y del derecho internacional y una solución negociada entre las partes». Asimismo, «en el contexto de las relaciones bilaterales y de la colaboración entre la Iglesia y el Estado se han detenido sobre cuestiones de especial relevancia para la Iglesia en el país, como el ejercicio de los derechos a la libertad religiosa, a la vida y a la objeción de conciencia y el tema de la reforma migratoria». Finalmente, concluye el comunicado, «se ha expresado el compromiso común en la erradicación de la trata de seres humanos en el mundo».
Al finalizar el encuentro, la delegación que acompaña al presidente ha entrado para saludar al Santo Padre y presenciar el intercambio de regalos.
El presidente Obama, para celebrar la apertura al público de los jardines pontificios del Palacio Apostólico de Castelgandolfo, ha regalado al Santo Padre unas semillas procedentes de los jardines de la Casa Blanca. Las semillas venían dentro de una caja, hecha para la ocasión, tallada con cuero estadounidense y madera rescatada de la Basílica del Santuario Nacional de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, que es una de las catedrales más antiguas construidas en Estados Unidos. En consonancia con el espíritu del regalo, se hará una donación particular de semillas en honor al Papa. Las mismas darán como resultado varias toneladas de fruta y verduras frescas. «Este regalo se le ofrece en honor al compromiso de Su Santidad de sembrar las semillas de la paz mundial para las generaciones futuras», dice el comunicado de la Casa Blanca.
Al presentar este regalo, Obama le ha dicho al Papa: «si usted tiene oportunidad de venir a la Casa Blanca, puede ver el jardín». A lo que el Santo Padre contestó en español: «¡como no!»
Por su parte, Francisco le regaló dos medallones. El del Ángel – Solidaridad y Paz – hecho con bronce fundido y representa un ángel, místico en apariencia, abrazando y reuniendo juntos el hemisferio norte y sur, mientras supera la oposición de un dragón. Es una obra del artista Guido Veroi (1926-2013). El segundo medallón, es una copia de la medalla que conmemora el proyecto original de Bernini del columnado de San Pedro y lleva una inscripción del papa Alejandro VII.
Además, el Santo Padre ha regalado al presidente de EEUU una copia de su exhortación apostólica Evangelli Gaudium. Obama, al recibirla ha dicho: «Sabe, seguramente la lea cuando esté en el despacho oval cuando esté profundamente frustrado y estoy seguro de que me dará fuerza y me calmará». Francisco le ha respondido en inglés «I hope» (espero).
Al llegar el momento de la despedida, mientras se hacían las últimas fotos y la delegación salía de la sala, el presidente le ha dicho al intérprete para que se lo dijera al Santo Padre «Su Santidad es probablemente la única persona que tiene que someterse a más protocolo que yo».
En las últimas palabras que han podido intercambiar, Obama ha dicho al Papa en español un «muchas gracias» y ha añadido en inglés «por favor rece por mí y por mí familia. Ellas están conmigo en este ‘camino’, mis hijas y mi mujer me apoyan».
También se realizó un encuentro entre el secretario de Estado John Kerry y el secretario de estado del Vaticano, Mons. Pietro Parolín.