En la misa que el papa Francisco celebrará en Seúl el próximo 18 de agosto, no habrá católicos norcoreanos. Según ha informado la Asociación de los católicos norcoreanos (organización creada por el régimen de Pionyang), Corea del Norte ha rechazado la invitación de Seúl ya que el gobierno surcoreano, acusa la Asociación, no ha cancelado las ejercitaciones conjuntas con Estados Unidos, «gesto que hace imposible la visita». AsiaNews reporta las palabras de un funcionario de la Conferencia episcopal surcoreana, el cual declara que «esta carta significa que el Norte encuentra difícil aceptar la invitación y no sabe manejar la situación».
La invitación por parte del Corea del Sur fue realizada el pasado 26 de mayo, y reiterada en días sucesivos en ausencia de una respuesta de Pionyang. La misa celebrada por el Santo Padre estará precisamente dirigida a la reconciliación y a la paz, pero la Asociación creada por el régimen ha declarado que «en estas circunstancias ir a Seúl sería un paso hacia la agonía».
La Asociación sostiene tener 3 mil católicos entre sus inscritos, pero fuentes de AsiaNews estiman el número en menos de 800: se trata sobre todo de personas muy ancianas, bautizadas antes de la Guerra de Corea (que estalló en 1950) y que no tienen ningún modo de practicar la fe. En algunas ocasiones particulares como Navidad, es posible que los fieles sobrevivientes se intercambien un deseo «de paz», pero nada más.
Aún así, permanece encendida un pequeña llama de esperanza. AsiaNews reporta las palabras de una fuente del lugar, según la cual «el Norte espera siempre al último momento para tomar su decisión definitiva. Y el hecho de que sea la Asociación quien ha respondido a la invitación y no el gobierno, deja alguna esperanza de poder ver una delegación norcoreana en la misa del 18».
