El papa Francisco se ha reunido esta mañana con el padre Jorge Hernández, misionero argentino del Instituto Verbo Encarnado, párroco de Gaza. Durante el encuentro, han podido compartir sobre los momentos dramáticos que se han estado viviendo estas semanas en la Franja.
Así, el padre Hernández explica en una entrevista a Radio Vaticano que el papa Francisco ha estado cerca de ellos siempre, «nos mandó un e-mail que hemos traducido en seguida al árabe y así ha llegado a toda la comunidad cristina, que ha agradecido enormemente», porque un pensamiento así en momentos como este «es una consolación enorme, un alivio».
Asimismo, subraya la importancia de la invitación del Papa para un encuentro personal con él, «para hacernos entender, sentir su cercanía, su palabra, sud ánimos para que seamos –este es el mensaje en síntesis– sal de la Tierra en Gaza».
Y añade que si ha habido unas palabras del papa Francisco que le han tocado de forma particular han sido las del testimonio cristiano. El Santo Padre le ha dicho que «el Evangelio exige sacrificios, que Jesucristo nos los pide a cada uno de nosotros en distintos lugares. Algunos tienen que estimoniar a Jesucristo allí, en la tierra que lo ha visto sufrir, que lo ha visto morir, pero que también lo ha visto resucitar. Por tanto, ¡fuerza, ánimo, adelante!»
Por otro lado, el sacerdote ha explicado en la entrevista que el papa Francisco «es consciente del hecho de que nosotros somos minoría: hablamos de 1.300 (cristianos) sobre casi 2 millones de habitantes, de los que 136 son católicos». Es decir, la parroquia del padre Hernández tiene 136 fieles. Si bien –ha añadido– las relaciones con los ortodoxos son absolutamente buenas.
Por otro lado, el sacerdote del Verbo Encarnado analiza cómo es percibido allí, también por los no cristianos, el compromiso de Francisco por la paz en Tierra Santa. «Es un compromiso de por vida, un compromiso existencial y concreto, para decir que la paz es posible, que los dos pueblos pueden vivir en paz, testimoniando sobre todo al Príncipe de la paz, que es Jesucristo». Y añade: «los frutos de la peregrinación del papa Francisco nosotros ya los vemos y los veremos más adelante: el hecho de haber conquistado el corazón de las personas, de haber dado una palabra buena para los dos Estado ha sido para nosotros una gracia enorme».
Respecto a la tregua alcanzada recientemente, el padre manifiesta que el pueblo, los fieles de la parroquia, «esperan que sea duradera». Asimismo, aclara que «es necesario entender una cosa: una guerra no la gana nadie. Nadie. Las dos partes deberán pagar las consecuencias, unos de una manera, otros de otra».
Finalmente, el padre Jorge envía un llamamiento. «La paz es posible, la paz requiere sacrificios, requiere el testimonio del uno al otro y el reconocimiento del prójimo. Pero, es posible». Además, ha dado las gracias a todas las personas que han mostrado su cercanía, «sobre todo a los enfermos, que han ofrecido su sufrimiento, rezando y suplicando por esta paz».