El monumento a Cristobal Colón, cercano a la Casa Rosada está siendo removido. Cristina Fernández, viuda de Kirchner, decidió su desalojo para poner en su lugar a la estatua de la boliviana Juana Azurduy, que en el siglo XIX luchó contra el ejército español durante la independencia del virreinato del Río de la Plata.
La mandataria además, decretó el ascenso post-mortem de Juana Azurduya a general del Ejército Argentino, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, financió la próxima estatua de bronce, con un millón de dólares.
La estatua de Colón de 600 toneladas de mármol de dos tipos, fue una donación de la comunidad italiana al pueblo argentino, como agradecimiento por acoger a los inmigrantes que llegaban al país. La iniciativa comenzó a gestarse en 1904 en la Cámara de Comercio Argentino-Italiana y terminó de construirse en 1921 en el Parque Colón.
El desalojo fue ordenado en abril de 2013 por la mandataria peronista, para llevarlo a la ciudad de Mar del Plata, a 400 kilómetros de distancia. Pero como el monumento pertenece a la alcaldía, gobernada por el opositor de centro derecha, Mauricio Macri, que se postula para presidente en el 2015, inició un conflicto.
Macri, dijo que la estatua es parte del patrimonio histórico de la Ciudad de Buenos Aires. Y la comunidad italiana interpuso dos recursos de amparo.
Este jueves pasado, el consejo deliberante votó un acuerdo entre los gobiernos de la Nación y la Ciudad. Ahora a Colón lo desalojan, pero se queda en la Ciudad, será reubicado en el espigón Puerto Argentino en la Avenida Costanera, frente al aeropuerto «Jorge Newbery» de vuelos nacionales.
Una polémica que aunque pequeña delante de los problemas que enfrenta el país, no deja de ser indicativa.