La Cáritas española ha tendido su mano a más de 2 millones de personas en situación de exclusión social en España y también a más de 2 millones en los países del sur del mundo. Para lograrlo, el conjunto de las 70 Cáritas diocesanas del todo el país invirtieron 291,3 millones de euros. Todo ello gracias a la participación de 78.017 voluntarios y 4.171 trabajadores remunerados que desarrollan su actividad a través de 7.194 centros y servicios.
Estos son los datos dados a conocer hoy en Madrid durante un encuentro informativo en el que se ha presentado la Memoria 2013 de Cáritas. En el encuentro han participado monseñor Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara y responsable de Cáritas en el seno de la CEPS (Comisión Episcopal de Pastoral Social), y el presidente y secretario general de Cáritas Española, Rafael del Río y Sebastián Mora, respectivamente.
Para el presidente de Cáritas, la Memoria anual “ofrece un retrato real y positivo de las posibilidades de futuro que, en medio de un escenario social de dificultades, hemos conseguido abrir para que más de cinco millones de personas recuperen su dignidad”.
En dicha Memoria se pone de manifiesto «el fortalecimiento del compromiso solidario de voluntarios y donantes privados que colaboran con la acción de Cáritas». Eso se puede ver en el incremento de un 10% con relación a 2012 del número de personas voluntarias.
El apoyo social al trabajo de Cáritas ha sido especialmente valorado por Rafael del Río durante la presentación de la Memoria, asegurando que “junto al ejemplo de coraje que nos dan los destinatarios de nuestras acciones, el verdadero valor de estas páginas está también en la generosidad y el compromiso cada vez mayor de voluntarios, socios y donantes para estar allí donde no está nadie y para caminar al lado de los últimos”. “Queremos agradecer -ha afirmado- el compromiso social cada vez más amplio, que nos impulsa a seguir avanzado en la ayuda y la escucha a los más indefensos, y en la defensa de sus derechos».
Por su parte, Sebastián Mora ha destacado «el aumento de los recursos destinados el año pasado a programas estratégicos dentro de la respuesta de Cáritas al impacto de la precariedad en las personas en situación de mayor exclusión social, como son los capítulos de empleo, acogida y vivienda».
Asimismo, las acciones de Cáritas han ampliado su compromiso fuera de las fronteras españolas con las víctimas de graves condiciones de pobreza o situaciones de emergencia en más de 40 países, donde, a través del apoyo y acompañamiento a sus respectivas Cáritas nacionales ha invertido más de 28 millones de euros en 2013.
Por otro lado, el secretario general de Cáritas ha lanzado una invitación al conjunto de la sociedad a “crear juntos una nueva realidad». Sebastián Mora ha incidido en la urgencia de articular sinergias sociales que permitan revertir el actual modelo de «descarte» de personas denunciado por el Papa Francisco. Un objetivo que se basa en el marco de identidad de Cáritas de «hacerse presentes allí donde no está nadie, y de aprender de los últimos y no atendidos, de crear oportunidades para que los más vulnerables recuperen su dignidad y de que todos seamos responsables de todos».
Esa acción del conjunto de la sociedad tiene que abarcar también los derechos sociales, para lo que, ha indicado Sebastián Mora, hace falta «denunciar las causas económicas de la desigualdad, optar por una sociedad donde salud, protección social, educación y vivienda estén garantizados para todos, y abrir nuestros espacios de convivencia a la participación de los empobrecidos».
En relación a la cooperación internacional, la propuesta de Cáritas pasa por «actuar en las regiones y comunidades del mundo más olvidadas, de aprender de la sabiduría de los países del Sur para formar una sola familia humana que trabaje por la paz, la reconciliación y la democracia; y de solidarizarnos con las víctimas de las emergencias, el hambre o las migraciones».