Con una canción que se inspira en el texto bíblico de los discípulos de Emaús, la iglesia Católica en Cuba está impulsando un nuevo Plan Pastoral que animará la tarea de la Iglesia desde 2014 a 2020.

Aunque este Plan ya se ha dado a conocer a los agentes pastorales y consejos de comunidades, su lanzamiento será el próximo 8 de septiembre, fiesta de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre Patrona de Cuba.

La canción, realizada por el Hermano Héctor Ávalos Gil,recoge en sus versos los principales campos prioritarios y en su estribillo repite la frase de los discípulos de Emaús: Quédate con nosotros.

“Estamos iniciando una nueva etapa pastoral que requiere el compromiso de todos”, ha indicado en una carta el Presidente de la Conferencia de Obispos Cubanos, Mons. Dionisio García Ibañez. “Debemos llenarnos de la fortaleza de espíritu que animaba a los discípulos de Emaús después de encontrarse con Jesús”.

En su carta del 20 de mayo, para motivar el Plan, el arzobispo de Santiago de Cuba indicaba que al igual que los planes anteriores, éste tiene un marco de realidad social y eclesial, un marco doctrinal, esta vez centrado en la experiencia de los discípulos de Emaús y un marco operativo siguiendo el método ver, juzgar y actuar que ofrece propuestas de iluminación, conversión y acción para cada etapa.

Este plan propone un camino que resume la acción pastoral de la Iglesia como proceso de conversión continua a nivel personal y comunitario. Es un camino procesual que se inicia por el anuncio de la Buena Noticia de Jesús, que construye su identidad en la iniciación cristiana y la formación para el discipulado, que se vive y fortalece en la familia y en la comunidad -ámbitos de comunión, crecimiento y compromiso y que se traduce en testimonio cristiano al ofrecer a la sociedad la expresión social de la fe.

El texto de losdiscípulos de Emaús expresa el espíritu para vivirlo: “El paso del desánimo a la esperanza a través del encuentro con Jesucristo en su Palabra y en la vida de la comunidad”, señalaba el Arzobispo en su carta.

En este aspecto el Plan pregunta: ¿En qué medida nosotros nos sentimos empujados hacia Emaús por el desencanto ante expectativas sociales fallidas, comunidades que no han crecido al ritmo de nuestro deseo, líderes comunitarios que han escogido otros destinos, o el desgaste crónico asentado como el sedimento del alma? En Jesús contemplamos cómo Él se acerca al desencanto, cómo necesitamos dejarnos encontrar por Él, y cómo debemos salir nosotros a los caminos por donde tantas personas arrastran la vida”.

Con una población que pasa de once millones de habitantes, Cuba cuenta con 305 parroquias, que crecen como comunidad de comunidades y tiene 357 sacerdotes; de los cuales, 177, son religiosos, y 180 diocesanos; cuenta con 84 diáconos permanentes y 776 religiosos; de los cuales 585 son mujeres, y 191 varones, pertenecientes a 96 comunidades religiosas: 70 femeninas y 26 masculinas.

Fruto del dinamismo misionero existen unas 2.300 casas de misión, el 62 por ciento ubicado en zonas rurales, surgidas por la falta de templos en nuevos pueblos y barrios, con una tendencia a su crecimiento debido a las iniciativas pastorales desde que, en1986, la Iglesia cubana celebrara el Encuentro Nacional Eclesial Cubano, conocido como ENEC, evento que, después de veinticinco años de experiencia de fe en una sociedad atea de corte marxista, invitó a los católicos a salir de los templos y a ser Iglesia encarnada, orante y misionera.

El Plan Pastoral lleva el titulo Por el camino de Emaús, fue aprobado por la Asamblea de la Conferencia de Obispos Católicos Cubanos (COCC) en el mes de febrero de 2014 y ha tenido en cuenta algunos documentos de los obispos, como la Carta Pastoral de 2013 "La Esperanza no defrauda", el "Documento Conclusivo" de Aparecida y la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudiumdel Papa Francisco.

“Exhortamos a cada cristiano a convertirsea Jesucristo y anunciar la <em>alegría de su Evangelio”, señala el Plan en su Objetivo General, “para que el testimonio transformador de amor y esperanzade nuestras comunidades y familiasllegue a todos los hombres y mujeres de nuestra Patria”.

Este Plan que es el número cuatrodesde que se iniciaran en Cuba los planes pastorales en 1997.Es fruto de la consulta nacional hecha a las comunidades durante 2013 y los aportes de los obispos y agentes diocesanosalevaluar el esfuerzo misionero del Trienio Preparatorio y el Año Jubilar Mariano de 2012 y sugerir prioridades, sin olvidar la actual realidad eclesial, política y social cubana. Quiere ser un plan encarnado y para ello, su marco de realidad ofrece una mirada hacia la sociedad y otra hacia la Iglesia.

Su mirada hacia la sociedad repite afirmaciones hechas por los obispos en su carta pastoral de 2013 y señala logros y carencias en la realidad cubana de hoy en el ámbito demográfico, económico, social, político, internacional, cultural y religioso.

En su mirada hacia la realidad eclesial enumera los recientes acontecimientos nacionales:Año Jubilar Mariano y visita de Benedicto XVI y señala los logros y los retos que aún enfrentan las comunidades.

En Cuba la participación en la misa dominical no llega al dos por ciento de la población, pero el Plan afirma que: “alrededor de un sesenta por ciento han sido bautizados y viven valores cristianos que configuran nuestra cultura, todos esperan nuestra evangelización”. También reconoce¨múltiples y variadas expresiones de religiosidad”, diversidad que manifiesta que en “nuestra gente está viva la sed de Dios y la búsqueda de un sentido para la vida”.

Sus propuestas de acción para cada etapa del proceso sugieren entre otras: potenciar la acogida, animar la dimensión misionera de todos, hacerse presente en los espacios periféricos, acercarse a la religiosidad popular, asegurar el acompañamiento en los procesos catecumenales, fortalecer la identidad católica de discípulos misioneros, motivar al testimonio cristiano dentro dela familia y crear escuelas de padres,trabajar para que las comunidades sean verdaderos hogares en la fe, ofrecer a los cubanos un testimonio de humanidad, de valores cristianos y de discípulos de Jesús.

El Plan indica que: “ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en el camino de conversión pastoral que aquí se propone, y de abandonar las estructuras caducas que lo entorpezcan y que no favorecen el anuncio de la fe”.

Los obispos encomiendan el cumplimiento del Plan a la Virgen de la Caridad y le imploran con palabras del papa Francisco:

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados

para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte.

Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos

para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga