La visita pastoral del Cardenal Beniamino Stella a la Iglesia de Cuba del 22 al 28 de abril ha sido para alentar al clero y visitar los seminarios, pero los periodistas sólo le preguntaban por el anunciado viaje del Papa Francisco a la Isla en el mes de Septiembre
“Yo me ocupo del clero y de los seminarios”, aclaró en varias ocasiones. Esa es mi tarea”.
Y así ha sido. Ha mantenido encuentros con el clero de las tres provincias eclesiásticas, en Santiago de Cuba, en Camagüey y en la Habana, ciudades en donde también hay seminarios, y se ha reunido con los Diáconos Permanentes de toda la Isla en Camagüey.
En su encuentro con los seminaristas de La Habana, en la tarde del día 26 de abril, el Cardenal comparo la vocación sacerdotal a un jardín, que a veces está bien cuidado y a veces puede haber quedado descuidado. Ante los 49 seminaristas, procedentes de diez diócesis cubanas, el prefecto habló del papa Francisco y de su espiritualidad y fervor. Les recordó que el primer prefecto de la Congregación para el Clero fue san Carlos Borromeo y posó junto a ellos para una fotografía.
“ Ha sido una visita detenida, cariñosa y nada formal. Estuvo tres horas con nosotros”, explicó el padre rector Lope Rubio.
A la entrada saludo a todos y se dirigieron a la capilla para cantarle a la Virgen.
El encuentro con los futuros sacerdotes fue de hora y media y tuvo “como hilo conductor el estilo pastoral del Papa Francisco”. También dejó criterios formativos sobre oración, estudio y pastoral” comentó el Rector.
Hubo oportunidad de un diálogo con algunas preguntas y “nos dejó el texto que llevaba escrito que aprovecharemos para un retiro espiritual: una parte teórica sobre el sacerdocio y su espiritualidad y una parte práctica sobre los itinerarios formativos de cada etapa y área formativa”.
El Prefecto recorrió todas las instalaciones del Seminario, que él no conocía por haberse construido después del fin de su servicio, en 1999 como Nuncio en Cuba. En el recorrido le acompañó el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega Alamino junto a los formadores “hasta que lo despedimos de nuevo toda la comunidad a la entrada del seminario con un fuerte aplauso”.
La estancia del Prelado en la capital cubana tuvo una apretada agenda de encuentros con los católicos y encuentros oficiales. Visitó la residencia de sacerdotes mayores en la zona Víbora de la Vicaría Sur de la ciudad, y almorzó con los obispos en la nueva sede de la Conferencia de Obispos ( COCC) bendecida el mismo día 26 por el arzobispo de Santiago de Cuba Mons. Dionisio García Ibañez que preside la COCC.
Por la mañana del mismo día 26 el Prefecto había presidido la Eucaristía en la catedral y se dirigió al pueblo congregado para hablarles del Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y no actúa como un asalariado. Recordó que La Iglesia celebraba La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y leyendo del texto que llevaba preparado el cardenal habló de lo que identifica al pastor verdadero: que da la vida por sus ovejas, que las conoce, que busca a las que no son de su redil y por ello se siente misionero y pastor de sus hermanos.
Antes de dar su bendición aseguro a los fieles el recuerdo constante ante el Señor y ante la Virgen de la Caridad y se refirió al ya venerable padre Félix Varela: sacerdote, maestro, escritor y filósofo cubano de mitad del siglo XIX considerado uno de los forjadores de la nación cubana. El cardenal subrayó que Cuba tiene un pastor: “el que nos enseño en pensar primero” y expresó el deseo de los cubanos, al decir que “de la misma manera que está Varela en el sagrado altar de la Patria, podamos pronto tenerlo en los altares de nuestras Iglesias.